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Inter Miami fue pura decepción: Vancouver dejó a Messi sin final de Concachampions

Una vez más, Inter Miami no dio la talla en un encuentro decisivo. Como la temporada pasada ante Atlanta United (primera ronda de los playoffs de la Major League Soccer) y Rayados de Monterrey (cuartos de final de la Concachampions), el equipo ahora dirigido por Javier Mascherano sufre cuando se encuentra contra uno que lo exige tan sólo un poco más. Y esta vez sufrió ante Vancouver Whitecaps, el líder de la Conferencia Oeste de la MLS, que le ganó 3-1 (5-1 en el global) en el Chase Stadium de Fort Lauderdale por las semifinales del certamen continental.

El tempranero gol made in Barcelona de Jordi Alba, tras una combinación previa entre Lionel Messi y Luis Suárez, le dio ilusión al conjunto local a los ocho minutos del primer tiempo. Luego, el propio Messi y también el venezolano Telasco Segovia tuvieron ocasiones para igualar la serie tras el 2-0 sufrido en la ida. Sin embargo, pareció más por deficiencia de su rival, que no mostró la agresividad del encuentro disputado la semana pasada en suelo canadiense, que por méritos propios.

Aún en un primer tiempo deslucido, Vancouver Whitecaps expuso en cada mínimo intento de ataque la fragilidad defensiva de Inter Miami. Así fue, por ejemplo, a los 12 minutos de juego: un tropezón del uruguayo Maximiliano Falcón, de muy flojo partido, le sirvió la pelota a Brian White, que habilitó a Emmanuel Sabbi y italiano nacionalizado estadounidense remató al palo. Sin hacer mucho, la visita generaba peligro. Minutos más tarde, apareció Oscar Ustari, el mejor del equipo rosa en toda la eliminatoria, para detener un disparo del ecuatoriano Pedro Vite.

Más allá que Inter Miami estaba a tiro en el resultado, la sensación era la de que en el juego todavía seguía lejos. Un gol del rival lo complicaba y mucho, ya que la regla del gol de visitante que todavía rige en el fútbol estadounidense lo obligaría a marcar tres tantos más.

Así es que Vancouver, consciente de que del otro lado -con un Messi apagado- no encontraba un rival que lo preocupara, salió al segundo tiempo con otra actitud. Utilizó la velocidad de sus delanteros y no se dedicó tan sólo a contraatacar, como en la primera parte, sino que jugó decididamente en campo adversario. Y en un par de jugadas liquidó la serie.

Primero, a los cinco minutos del complemento, el goleador Brian White le dio un pase a la red tras una buena combinación previa entre Ali Ahmed y Sebastian Berhalter que dejó mirando a los defensores locales. Y luego, apenas dos minutos más tarde, un remate de Pedro Vite rebotó en Jordi Alba y la pelota se le metió por arriba a Ustari.

Fue un golpe de nocaut para Inter Miami, que debía marcar cuatro tantos. Imposible. Tan sólo algún intento de Messi y Suárez asomaron con la posibilidad de decorar un resultado por demás abultado. Y más tarde llegó el 3-1, obra de Berhalter.

No había manera de intentar una remontada. Por las falencias defensivas de un equipo que parece partido en dos. Y porque de mitad de cancha en adelante, donde encuentra sus mayores virtudes, no tuvo la lucidez de otros partidos. El próximo gran objetivo para Messi y compañía es el Mundial de Clubes. Deberán mejorar y mucho para, al menos, competir. /Clarín/

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