Ronald MacLean Abaroa (nacido en La Paz, 1949), bisnieto de Eduardo Abaroa, héroe que luchó durante la Guerra del Pacífico en 1879, ha saltado a la palestra mediática en los últimos días por su renuncia como asesor del Luis Fernando Camacho, candidato a la presidencia de Bolivia por CREEMOS.
Sin duda él, ha sido gran protagonista política en el país, especialmente en La Paz, donde fue alcalde y ministro en el Gobierno del Hugo Banzer. En 2002 postuló a la presidencia por Acción Democrática Nacionalista (ADN).
Su alejamiento del equipo de asesores de Camacho llamó la atención de los periodistas, especialmente en Santa Cruz, que lo han entrevistado para escuchar las razones de su decisión a casi un mes de las elecciones generales. URBE.BO reproduce un diálogo con el periodista Tuffí Aré en su programa Desayuna Con Asuntos Centrales, en el que plantea apoyar a Carlos Mesa porque considera que es el único pugnará el poder con Luis Arce, del MAS.
Tuffí Aré (TA). ¿Lo que escuché decir en el programa No Mentirás que sigue apoyando a Luis Fernando Camacho, pero votará por Carlos Mesa?
Ronald Maclean (ML). Lo que viene es una elección sui generis, es una elección binaria: es uno u otro. Elegimos entre la autocracia, la dictadura o la democracia. El próximo gobierno será de transición hacia la consolidación de la democracia, con un mandato muy sencillo: el respeto a la ley, respeto a los derechos humanos y no a la corrupción. Eso es todo lo que quisiera tener los bolivianos, volver a la democracia y relanzarla.
No se trata de una elección en la que elegimos al candidato que más nos gusta, el que más cercano está a nuestra ideología, etc. He leído que están organizando un debate con 8 candidatos, eso es un circo.
En Bolivia ya se ha realizado una especie de primarias, deberían debatir los dos candidatos más importantes, los que están primero en las encuestas. Tendrían que debatir Luis Arce, que representa el camino al socialismo, la corrupción del anterior gobierno, la dictadura ante todo, etc, y el candidato que esté de lado de la oposición democrática que tiene que representar a los que queremos democracia. Los bolivianos debieran votar entre esas dos opciones.
TA. ¿No va contra la pluralidad democrática decir que haya debate con dos candidaturas?
RM. La preferencia de la gente ya ha visto en múltiples encuestas, está claro que está polarizada. El poner siete candidatos a la cola, no ayuda. No estamos en un concurso de belleza o en concurso de programas.
Uno de los candidatos (presidenciales) tiene un programa que ha sido elaborado cuando yo era ministro de Hacienda, luego presentado en un discurso en una universidad. Bello programa, pero irrealizable en este momento, ya que la crisis exigirá una serie de medidas que están al margen de la preferencia de uno u otro candidato.
TA. ¿Quién ese candidato?
RM. No me haga decirlo, es solo para ilustrar.
TA. ¿Usted lo preparó o él adoptó el programa?
RM. Este programa lo hicimos con Shell, compañía holandesa-británica cuando era ministro de Planeamiento cuando buscábamos escenarios futuros para Bolivia. Fuimos a Holanda, con Herbert Müller, Samuel Doria Medina y otros, luego Hugo Banzer renunció ( a la presidencia) y dejé de ser el ministro y el resultado se lo presentaron a Jorge Tuto Quiroga.
TA. Ahhh, bueno
RM. Ese era uno de los escenarios
TA. ¿El programa de Tuto se inspira en uno que usted hizo?
En realidad, fue el Gobierno de Bolivia que lo hizo con la cooperación internacional
TA. Pero Tuto plantea estatizar algunas empresas, como EFO. Yo supongo que usted no está a favor de las nacionalizaciones
RM. Lo que plantea es interesante, pero no es fundamental. Por eso decía que estamos en un ritual de la democracia tratando de hacer un debate de 8 candidatos. Si yo tuviera que recomendar a Luis Fernando Camacho le digo que no vaya a ese debate. El debate debe polarizarse entre la democracia y la dictadura. Punto.
TA. Sin embargo, es peor que no haya debate. En los últimos 10 o 15 años no hubo ninguno. Es mejor que haya uno a que no haya. El de 8 candidatos es una oportunidad por más que es necesario ver a los dos primeros.
RM. Lo que plantea es interesante, pero no es fundamental. Por eso decía que estamos en un ritual de la democracia tratando de hacer un debate de 8 candidatos. Si yo tuviera que recomendar a Luis Fernando Camacho le digo que no vaya a ese debate. El debate debe polarizarse entre la democracia y la dictadura. Punto.
TA. Es peor que no haya debate. En los últimos 10 o 15 años no hubo ninguno. Es mejor que haya uno a que no haya. El de 8 candidatos es una oportunidad por más que es necesario ver a los dos primeros.
RM. Hay que confrontar las dos caras que tenemos. A mí me gustaría votar por Luis Fernando Camacho. Esta vez quiero ir tomar desayuno con Luis Fernando e irnos a votar, votar por Bolivia. No votar por el que más nos gusta, votar por Bolivia es el voto inteligente.
En mi caso, he sido un ferviente contendiente de Carlos Mesa toda mi vida, nos enfrentamos en 2002, él iba como candidato a vicepresidente y yo a la presidencia. Yo soy más liberal, he sido seguidor del general Banzer, que ha sido mi mentor político. Venimos de orígenes distintos, pero hoy en día hay que pensar que queremos para el país.
Hay dos etapas en la política, una de la competencia que ya se llevó acabo, porque estamos a más de 30 días de la elección, y la otra es la de los acuerdos que llevará al país a salir de sus crisis. Tenemos ejemplos, si quiere los nombros.
TA. Sii
RM. La del siglo 18 cuando Perú atacó a Bolivia con el presidente Gamarra, Manuel Isidoro Belzu Humérez que era enemigo acérrimo del presidente boliviano Ballivián le cedió sus tropas y en la batalla de Ingavi derrotamos a los peruanos. Matamos a su presidente y ganamos esa guerra. Luego vinieron el pacto por la democracia y el acuerdo patriótico. En pacto de la democracia el general Banzer ganó las elecciones y prácticamente le cedió su programa a Víctor Paz, con lo cual se sacó al país de la hiperinflación en democracia. En el acuerdo patriótico hicimos algo parecido, Banzer le dio sus votos a Jaime Paz cuando decían que había ríos de sangre.
TA. Banzer representaba a la derecha y Jaime a la izquierda y se juntaron en la oportunidad
RM. Ese es el momento en el que los políticos pasan a ser estadistas, dan grandes pasos y señales. Este es un momento grande para los políticos, para salir de su tribu, pensar en Bolivia y lograr un gobierno fuerte. Así como digo que los políticos deben ser inteligente, espero que el 20% de la gente que abandonó el MAS, según las encuestas, también voten por Bolivia y nos encontremos en el centro.
TA. Coincido que los acuerdos son fundamentales, por los menos mínimos en determinados momentos de la historia, pero también hubo pactos que generaron una crisis del sistema partidario, un derrumbe. El acuerdo patriótico se lo señala como el disparador de una crisis del sistema. ¿No puede haber ese riesgo esta vez también?
RM. El país está bien polarizado, los bolivianos debemos encontrarnos en la casa grande. No podemos seguir odiándonos los unos a los otros, occidente contra oriente, derecha contra izquierda. Tenemos que hacer el esfuerzo democrático de encontrarnos en el centro y nos demos un gobierno fuerte con mandatos de leyes, libertad y frenar la corrupción. Ya el 2025 es otra historia, pero en importantes reconocer que ahora no estamos en un concurso de belleza y de programas que lo pueden escribir cualquier experto para que lo lea el candidato. Es ver quiénes tienen mayor opción de darnos la alternativa de la democracia ante la dictadura.
TA. ¿En estas elecciones se juega lo mismo que el año pasado o cambió el escenario?
RM. Hay nuevos actores, Luis Fernando Camacho es un fenómeno nuevo. Es el nuevo líder cruceño, espero que sea el próximo presidente cruceño de Bolivia. Quizá no alcance en esta elección, es un candidato joven que se ha lanzado hace un año. Esa la proyección, pero hoy día hay el caso anómalo de la presidenta (Jeanine Áñez), nombrada, no elegida, para que elija un proceso electoral independiente, transparente e imparcial que se montó en el carro destrozando todo, desordenando a la oposición y contaminando a todos de la corrupción de su gobierno. Antes el MAS tenía el monopolio de la corrupción, ahora ya se lo señala a la derecha y la oposición.
TA. He hablado con gente cercana de Camacho y la presidenta, no van a bajar sus candidaturas y proyectar acuerdos más adelante.
RM. Es un gravísimo error, es no ver más adelante. Lo que sucederá es la dispersión de voto de la oposición y va a ganar el MAS, pues alguien tendrá que correr con esa responsabilidad. La única manera de ganar en primera vuelta es atraer el 20% que antes votaba por el MAS al centro democrático, con eso Mesa con un promedio de 20% que tiene normalmente puede subir a 37 o 40%, lo que pueda.
Si el voto de Santa Cruz se une en un voto inteligente o útil, como querramos llamarlo, vamos a ganar en primera vuelta y lograr un gobierno fuerte. Eso es lo que importa y se dará un mandato claro al que sea beneficiado de ese voto, la agenda de democracia.
TA. ¿Usted le sugirió a Camacho bajar su candidatura?
RM. Es un tema que lo hemos conversado con Luis Fernando desde abril, entiendo que es legítimo que se hubiera dado 8 meses de campaña para ver hasta dónde puede ir su candidatura en la estrategia que adoptó de basarse en el oriente. Ya paso ese tiempo, ahora hay que decidir apoyar la democracia, vamos a juntar fuerzas, vamos a votar todos juntos y vamos a derrotar al MAS.
