En un maratónico discurso, que duró unas dos horas y media, el presidente Luis Arce detalló los logros su Gobierno que cumple dos años, pero también aseguró que no lo mueven ambiciones de poder y que no doblegará sus valores revolucionarios.
“Deben estar seguros de que no nos mueven ambiciones personales, ambiciones económicas, ni ambiciones de poder. Nos mueven principios y valores revolucionarios que nunca se doblegarán ni nunca se doblegaron. Estoy seguro, hermanas, hermanos, que no traicionaremos el mandato que el pueblo nos dio en las urnas el 18 de octubre de 2020”, dijo Arce.
Arce cumple sus dos años de gobierno en medio del conflicto por el Censo y la división dentro del MAS, donde una facción lo acusó de haber digitado la elección de autoridades de la Cámara de Diputados.
El mandatario pidió también cuidar la “senda de la estabilidad” y alertó sobre grupos que estarían buscando una desestabilización.
“Nos ha costado mucho retomar la senda de la estabilidad y debemos cuidarla como patrimonio del pueblo, pues en momentos de crisis siempre los pobres son los que terminan perdiendo más o perdiéndolo todo. Hoy estamos pasando momentos en los cuales algunos grupos quieren volver a desestabilizarnos, pero estoy seguro que la organización movilización y conciencia de un pueblo que avanza que quiere trabajar y que quiere seguir creciendo vencerá todo este tipo de adversidades”, afirmó el mandatario.
Agregó que quienes “sembraron odios, racismo y confrontación entre hermanos no nos arrancarán los sueños ni mucho menos nuestra firme determinación de seguir trabajando por mejores días”.
Señaló que se está saliendo adelante ante los desafíos y obstáculos impuestos de la crisis externa y los “intentos desestabilizadores”. En ese marco, dijo a las bolivianas y bolivianos que “tienen que estar seguros que jamás permitiremos la toma del poder por la fuerza y volver a rifar nuestros recursos naturales”.
La mayoría del discurso de Arce se enfocó en mencionar los datos que logró su gobierno en materia de economía, educación, salud, minería y otros ámbitos de la gestión.
Recordó que se había calculado dos años y medio para volver a los “cimientos de una economía estable”, pero en 24 meses ya tiene importantes avances en todos los ámbitos.
Aseguró que, desde afuera de las fronteras, también Bolivia es vista como “un país unido, digno, soberano y referente indiscutible del crecimiento económico de la región”.
“Bolivia, a pesar del contexto internacional adverso y gracias a la implementación del modelo económico social comunitario productivo, muestra un crecimiento económico importante y sostenido, porque se ha puesto especial énfasis en el área productiva y a retomar el rol de dinamizador de la demanda interna propiciando la estabilidad económica que gozamos ahora y que es motivo de admiración y estudio por la comunidad internacional”, dijo Arce.
En su discurso, las palabras de Arce y sus anuncios eran celebrados por sus seguidores presentes en la Asamblea Legislativa, sin embargo, los opositores también hicieron escuchar sus demandas particularmente de que se haga el Censo en 2023.
DIVIDIDOS
La inauguración del tercer periodo de la Asamblea Legislativa se constituyó en el escenario para reflejar la crisis interna que padece el Movimiento Al Socialismo (MAS); el presidente del Estado, Luis Arce, fue aplaudido en su informe de gestión por los “luchistas” y, al igual que la oposición, los “evistas” guardaron silencio.
El mandatario ingresa a su tercera gestión con una división al interior de su propio partido entre sus afines, “luchistas”, y los leales a Evo Morales, “evistas”. Ambos bloques impulsan a sus líderes para las elecciones generales del bicentenario de Bolivia. De forma paralela, también padece la mayor crisis social de su gobierno por el conflicto que desató la reprogramación del Censo de Población y Vivienda.
En cada pausa que ofrecía Arce para descansar su discurso, los legisladores “luchistas” comenzaban a aplaudir y a gritar “Lucho, David, un solo corazón”, “Lucho, Lucho, Lucho”. Ese ambiente fue apoyado por los ministros del Ejecutivo que también se acoplaron a los aplausos y las ovaciones, en especial el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, y el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, éste último portaba un megáfono para amplificar los estribillos.
En otrora, el MAS, que tiene mayoría de representación en la Asamblea Legislativa, aplaudía al unísono al primer mandatario, pero en esta jornada se reflejó la inacción de muchos legisladores del oficialismo por el momento que pasan.
FUENTE: AGENCIAS