Un encuentro empresarial de alto nivel destinado a fortalecer el ecosistema de infraestructura sostenible en Bolivia promovido por la Cámara de la Construcción de Santa Cruz ha puesto este viernes en la agenda de temas urgentes el 𝗗𝗲𝘀𝗮𝗳𝗶́𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗯𝗹𝗼𝗾𝘂𝗲𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 para infraestructura sostenible.
Con la participación del Gobernador en ejercicio, Mario Aguilera, de directivos y ejecutivos del PNUD, Pacto Global, CADECOCRUZ, Banco Central de Bolivia, Cámara Boliviana de Electricidad, Gobierno Departamental de Santa Cruz, Gobierno Municipal de Santa Cruz, Mesa de Infraestructura Sostenible de Bolivia y CABOCO, entre otras instituciones, se realizó un foro en el que mostraron las cifras de cómo lograr financiamiento para obras vitales de desarrollo de Santa Cruz y el país.
Javier Arze Justiniano, presidente del Comité Consultivo Técnico Departamental de Santa Cruz y portavoz de ingenieros, arquitectos, las universidades Gabriel René Moreno y la UPSA, destacó que este encuentro permitió discutir temas de gran relevancia para el futuro del desarrollo de infraestructura en Bolivia.
“Es claro que estamos ante un ecosistema con muchas brechas de inversión y un sector de la construcción directamente afectado por el contexto económico actual. Sin embargo, este foro nos deja con un mensaje claro: el potencial para dinamizar nuestro sector es inmenso, siempre y cuando tomemos decisiones estratégicas y coordinadas que nos permitan superar los desafíos inmediatos y sentar las bases para un crecimiento sostenido”, remarcó.

Dijo que no era posible darle el lujo de la inacción. Por ello, propuso un plan de acción concreto, enfocado en dinamizar el financiamiento a corto plazo, sin perder de vista la perspectiva de un futuro sostenible, basado en cuatro prioridades:
- Instar al Gobierno y a los inversionistas institucionales, especialmente a la Gestora Pública, a priorizar el financiamiento de instrumentos de deuda sostenibles en moneda nacional. Los bonos verdes no son una opción; son una necesidad impostergable para nuestro desarrollo. Exigimos que se establezcan políticas claras que incentiven esta forma de financiamiento.
2. Solicitar la inmediata revisión de los procedimientos administrativos para las concesiones onerosas de proyectos de infraestructura verde. Es imperativo que nuestras autoridades entiendan que la burocracia excesiva es un lastre para el progreso. Necesitamos procesos ágiles que garanticen no solo el Valor por Dinero, sino también retornos de inversión atractivos y la mitigación del impacto ambiental.
3. Ofrecer experticia técnica para la elaboración de taxonomías de finanzas sostenibles en los sectores de construcción y energía. Pero este no es un esfuerzo que podamos realizar solos. Exhortar a las autoridades a facilitar la colaboración con la cooperación internacional y los reguladores del sistema financiero (ASFI y el Banco Central). La falta de estas taxonomías no es solo un obstáculo técnico; es una barrera política que frena la inversión extranjera.
4. Hacer un llamado a los gobiernos municipales y al Gobierno Departamental para trabajar activamente en la actualización y homogenización de los incentivos a construcciones sostenibles. La falta de coherencia en las políticas entre municipios es un obstáculo para el desarrollo de la Región Metropolitana de Santa Cruz. Se demanda un marco regulatorio unificado que integre certificaciones internacionales y promueva el financiamiento formal.

Para Arce, es fundamental que estas acciones se ejecuten con una visión estratégica que trascienda los discursos y se materialice en proyectos que impacten positivamente tanto al sector de la construcción como a la economía del país en su conjunto. “Hoy, más que nunca, necesitamos un enfoque coordinado entre el sector privado, la academia, la cooperación internacional y el Estado, para construir un camino claro hacia el desarrollo de infraestructuras responsables y sostenibles”.
Prometió que no era el final de un foro, sino el inicio de una nueva era para nuestro sector y para Bolivia. Considera que lo que compartió hoy debe traducirse en acción mañana. “El futuro sostenible que anhelamos no es una utopía lejana; es una realidad que podemos y debemos construir con nuestras propias manos”, cerró.
