En su recorrido para atender a las comunidades afectadas por los incendios forestales en el municipio de San Ignacio, brigadas de salud dependiente del Sedes, se encontraron con marchistas indígenas del Alto y Bajo Paraguá, que tras diez días de marcha, lucían agotados y con evidentes problemas de salud, que llevaron a su atención médica inmediata por parte de los brigadistas.
El director del Sedes, Jaime Bilbao, informó que fueron más de 300 personas las que se asistieron y se dotó de medicamentos para mejorar su estado de salud. La mayoría de ellos, presentaba contractura muscular, conjuntivitis, problemas de vías respiratorias y problemas digestivos.
“En cumplimiento con las actividades programadas que teníamos en San Ignacio, es que nos encontramos con una marcha donde se atendió más de 300 personas, y hay que entender que estas marchas son de varias horas y de muchos kilómetros, es por eso que a través de nuestros profesionales se ha estado cuidando la salud de estas personas que llegaron hasta esta región del departamento”, dijo la autoridad en salud.
Posterior a este encuentro, las brigadas del Sedes se alistaban para salir rumbo a las comunidades alejadas de este municipio, para brindar atenciones médicas post incendios, con el objetivo de prevenir enfermedades gastrointestinales debido a la degradación y la contaminación del agua ocasionada por los incendios forestales.
