El mundo del fútbol boliviano está de luto tras el fallecimiento del técnico vasco Francisco Xabier Azkargorta Uriarte, conocido popularmente como “el Bigotón”. La noticia fue confirmada este viernes 14 de noviembre de 2025: Azkargorta murió a los 72 años, tras una prolongada enfermedad cardíaca.
Breve semblanza
- Nacido el 26 de septiembre de 1953 en Azpeitia (Guipúzcoa, España).
- Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona, lo que da cuenta de su versatilidad más allá del deporte.
- Como entrenador, su momento cumbre lo vivió al frente de la Selección de fútbol de Bolivia, a la cual condujo a la única clasificación directa al Copa Mundial de la FIFA 1994 en la historia del país.
- Su salud se había deteriorado en los últimos años; según los medios bolivianos manejaba complicaciones cardíacas que se agravan en el último tramo de su vida.
Legado para el fútbol boliviano
La trascendencia de Azkargorta en el fútbol boliviano es profunda. Bajo su mando, la selección nacional alcanzó un nivel que hasta entonces resultaba inalcanzable: la clasificación al Mundial. Ese logro no sólo quedó como estadística, sino como símbolo de esperanza y de que las potencias tradicionales no eran los únicos dueños de la escena.
Su estilo se caracterizó por disciplina, táctica y por saber sacar partido al contexto de la altura boliviana. Además, su figura caló hondo en la afición porque logró algo tan anhelado: hacer creer que se podía.
Reacciones y consecuencias
- Se espera un periodo de homenajes en Bolivia, tanto de instituciones nacionales del deporte como de los clubes con los que colaboró.
- Su muerte abre espacio para la reflexión acerca de la gestión del fútbol boliviano y de cómo capitalizar aquel auge histórico hacia una permanencia competitiva internacional.
- Mucho se hablará ahora del “antes y después” que representa su figura para la generación de futbolistas y entrenadores que le sucedieron.
La partida de Azkargorta deja un hueco significativo en la historia deportiva del país. No sólo por el logro alcanzado, sino por lo que simbolizó: la combinación de pasión, conocimiento y visión que trascendió el banquillo y el país donde nació. Será recordado como un ícono del fútbol boliviano.
