A casi dos semanas de la aplicación del Decreto Supremo 5503, el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Medinaceli, hizo este martes un balance con saldo positivo y confirmó una caída de hasta el 50% en el consumo de diésel, lo que —en su criterio— evidencia el freno al contrabando de combustibles.
“El mercado ya está actuando. Al quitar el incentivo económico al contrabando, el consumo de diésel cayó de forma casi inmediata. Estimamos que se estabilice entre el 30% y el 40%”, dijo la autoridad en Santa Cruz.
Según el ministro, antes de la aplicación del decreto existía un negocio ilegal de contrabando de combustibles que movía entre 2 y 3 millones de dólares diarios, lo que generó un sistema de corrupción a gran escala.
Y destacó que con la caída del consumo y del contrabando, el país ahora requiere menos dólares para importar diésel, lo que reduce la presión sobre el tipo de cambio y genera un ahorro inmediato de divisas.
La autoridad explicó que el Decreto Supremo 5503 reestablece un sistema de formación de precios de la gasolina y el diésel con márgenes y costos de referencia, similar al aplicado en 1997, pero adaptado a las actuales condiciones del mercado internacional y a la realidad económica del país.
Recordó que Bolivia aplicó un régimen de precios variables entre 1997 y 2000, y que posteriormente, en medio de la crisis política y económica de los años 2003 y 2004, se optó por estabilizar los precios de los combustibles.
“Desde 2004 hasta 2010, los precios de la gasolina y el diésel se mantuvieron constantes. En ese periodo los altos ingresos por exportación de gas permitían sostener el subsidio”, explicó Medinaceli.
Sin embargo, dijo que a partir de 2015 la caída de los precios y de las exportaciones de gas volvió insostenible el esquema de subsidios mientras las importaciones de diésel crecían de forma acelerada. “Llegamos a un punto en el que importábamos cada vez más diésel y exportábamos menos gas. Esa ecuación no podía sostenerse”, afirmó.
Según el ministro, el objetivo central del Decreto Supremo 5503 es asegurar el abastecimiento, evitar filas, preservar la estabilidad del mercado interno y ordenar el consumo de combustibles. “Este decreto busca garantizar que el combustible llegue a quien realmente lo necesita y no termine financiando actividades ilegales”, remarcó.
El 17 de diciembre, el Gobierno lanzó el Decreto 5503, que retiraba la subvención a los combustibles y fijaba nuevos precios para el diésel y la gasolina. Actualmente, la gasolina se vende a Bs. 6,96 el litro y el diésel a Bs 9,80 el litro.
La norma generó rechazo en varios sectores y aún se mantienen movilizaciones en demandan de la derogación de esa norma. /LARAZÓN/
