El proyecto de un bloque único nació desahuciado. Desde un principio fue inviable la unión entre los distintos candidatos, partidos y frentes. Todos asumieron que tienen el derecho democrático de ocupar espacios en el ejercicio del poder.
Así configurada la realidad nacional, en estos momentos queda en manos de los electores la decisión de cuál de los binomios toman la delantera y enfrentan al exgobernante MAS, ejerciendo el voto útil.
A pesar de los intentos y la posición fijada por el aspirante presidencial de Creemos, Luis Fernando Camacho, de abandonar la competencia electoral dejando ‘en blanco’ su candidatura, el resto de protagonistas, no manifestaron mayores señales.

Las fuerzas privilegiaron el resguardo de intereses políticos y económicos asociados al funcionamiento, el manejo estatal y el desempeño de roles protagónicos. Y por el contrario, en plena etapa rumbo al 3 de mayo encienden sus rivalidades: Mesa y Doria Medina, Camacho a Jeanine y Chi discutiendo líos internos en su frente.
En el ejercicio estrictamente democrático, también es comprensible que no haya una sola voz. De hecho tener un frente único u un solo bloque, aunque sea con la mejor intención, es lo menos democrático que puede existir porque la democracia debe dar lugar a que todas las posibilidades estén abiertas.
¿Qué queda a los ciudadanos? Promover en esta instancia que se mantenga de manera permanente el diálogo entre los más parecidos y todos los frentes, abriendo puentes para tratar los acuerdos y beneficiar a la población, en temas como la salud, educación, seguridad ciudadana, economía, etc. Más que buscar un frente único en estos momentos, se deben considerar los presupuestos mínimos de consenso.
Hay que recordar que ante la situación planteada por Camacho, el candidato de la alianza Libre 21, Jorge Tuto Quiroga, ratificó su postulación a la Presidencia. Similar postura expresó Chi Hyun Chung del Frente Para la Victoria (FPV).

Luis Vásquez, de Libre 21, sostuvo que no se puede dejar en blanco las candidaturas siguiendo los resultados de una encuesta, porque -dijo- son parte de la “estrategia pagada” con el fin de generar miedo para que queden como única opción Añez y Mesa.
“Intentan inducir al voto generando miedo, al decir que el MAS retornará y que para evitar eso se debe votar por Áñez o Mesa. La gente no puede votar con miedo, debe hacerlo pensando en su futuro, en su economía”, manifestó Vásquez, quien considera que se debe aprobar una ley para regular las encuestas. Se refiere a la primera encuesta de intención de voto que da el primer lugar a Arce Catacora y Choquehuanca, candidatos del MAS.