El Movimiento Al Socialismo (MAS) logró salvar su personería jurídica en las elecciones generales al superar el 3% de la votación con Eduardo Del Castillo como candidato. Sin embargo, el resultado es considerado un fracaso histórico para el partido oficialista, que tras dos décadas en el poder se prepara para dejar el Gobierno.
“Es un fracaso histórico, catastrófico, no va a ser reversible en muchos años”, evaluó el exvicepresidente Álvaro García Linera en una entrevista con la periodista María del Carmen Aristegui en CNN.
García Linera, quien acompañó a Evo Morales en el binomio presidencial durante 14 años, sostuvo que la izquierda en Bolivia aún conserva un caudal electoral significativo, que en su cálculo alcanza el 27%. Esa cifra surge de sumar los votos de Andrónico Rodríguez, Eduardo del Castillo y los nulos promovidos por Morales, a los que restó el 3% habitual de votos anulados.
Aun así, reconoció que los resultados marcan una derrota contundente del MAS, atribuida a dos factores principales: la crisis económica y la “pelea fratricida entre hermanos”. “Está claro que el país, a raíz de esta crisis, ha girado a la derecha”, remarcó.
En su análisis del escenario político, el exvicepresidente señaló que Bolivia deberá elegir en segunda vuelta entre “la derecha más radical que representa Tuto Quiroga” y “el centro derecha de Rodrigo Paz”.
Sobre el senador tarijeño, García Linera afirmó que supo capitalizar el descontento ciudadano frente a la crisis y la división interna del MAS, pero también el rechazo a los empresarios y a la derecha tradicional. “El voto de Paz, sorpresivo para muchos, es el antiguo voto de Evo, del proceso de cambio, que está cansado de la crisis económica y la pelea interna, pero que tampoco quiere votar por los empresarios ni la derecha radical”, apuntó.
El exvicepresidente calificó a Paz como un “outsider”, al recordar que “hace tres meses era irrelevante y ahora la gente le ha dado su voto”. Según dijo, el candidato demócrata cristiano es quien más opciones tiene para ganar la presidencia, no solo por haber liderado la primera vuelta, sino también porque cuenta con el respaldo de Samuel Doria Medina y encarna una “novedad” en el escenario político.
Pese a ello, García Linera evitó pronunciarse explícitamente sobre si respalda o no a Paz rumbo a la segunda vuelta, aunque insistió en que es el postulante con mayores posibilidades de triunfo.