El Concejo Municipal de Santa Cruz atraviesa una crisis institucional tras la elección de Gabriela Garzón como nueva presidenta del órgano legislativo. Mientras el concejal José Alberti rechaza el proceso y asegura seguir como presidente interino, Garzón defiende la legalidad de su designación. En conversación con El Mañanero, expuso su postura.
– ¿Cómo responde a las denuncias de José Alberti, quien sostiene que la sesión fue ilegal?
— No hay ilegalidad. La sesión cumplió con el reglamento interno del Concejo. Fuimos elegidos por mayoría absoluta, con seis de los nueve votos presentes. El artículo 102 respalda plenamente esta decisión.
– Usted asumió junto al concejal Miguel Fernández como secretario. ¿Por qué era necesario renovar la directiva?
— Porque había acefalías en las comisiones tras la salida de dos concejales. Una institución que maneja recursos públicos no puede estar paralizada. Renovar la directiva era una obligación para garantizar la continuidad del trabajo.
– ¿Cuándo asumirá oficialmente sus funciones?
— Este lunes estoy asumiendo plenamente la presidencia. Pese a la vigilia instalada frente al Concejo y los intentos de boicotear la sesión, vamos a seguir trabajando. El viernes incluso intentaron agredirme: a la concejal André le arrebataron el micrófono y al concejal Vidaurre le bajaban el volumen. Quieren silenciarnos, pero no lo van a lograr.
– El Comité Pro Santa Cruz se pronunció en contra de la nueva directiva. ¿Cómo interpreta esa postura?
— El Comité Cívico no puede convertirse en un Comité Político. El Concejo Municipal es una institución autónoma, y lo que corresponde es que se respete nuestra independencia. Las diferencias deben resolverse dentro del marco institucional, no con presiones externas.
– ¿Cómo ve el panorama inmediato dentro del Concejo?
— Hay tensión, es evidente. Pero nuestra elección fue legal y legítima. Vamos a trabajar con transparencia y respeto a la norma. No vamos a permitir que se deslegitime un proceso democrático dentro del Concejo.