Internacional – Lo que debía ser una tradicional ceremonia de premiación se convirtió en una inesperada anécdota global gracias al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Durante la final del Mundial de Clubes, en la que el Chelsea se coronó campeón tras golear al PSG, Trump no solo entregó medallas, sino que terminó siendo protagonista de la celebración junto al equipo inglés.
El mandatario, quien apareció sonriente y cordial durante toda la premiación, entregó preseas a árbitros, jugadores del equipo subcampeón y a los futbolistas del Chelsea. Lo que nadie esperaba era que permaneciera en el escenario tras culminar su parte protocolar.
El momento más insólito ocurrió cuando Trump, junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, tomó el trofeo de su base y se lo entregó directamente al capitán de los “Blues”, Reece James. En ese punto, Infantino intentó retirarse con Trump del templete, pero el expresidente estadounidense ignoró el gesto y decidió quedarse junto al capitán.
James amagó varias veces con alzar el trofeo, esperando que Trump se retirara, pero ante la insistencia involuntaria del político, terminó sonriendo junto a sus compañeros y levantó la copa… con Trump aún a su lado. La postal del festejo, con el magnate republicano en primer plano, rápidamente se volvió viral y promete convertirse en una de las imágenes más compartidas del deporte en los próximos años.
Como si fuera poco, otro momento curioso se dio cuando Infantino obsequió a Trump una medalla conmemorativa, la cual el exmandatario guardó cuidadosamente en el saco. Aunque se había anunciado su presencia en el estadio, no se esperaba que participara activamente en la premiación.
El peculiar episodio ha generado una avalancha de reacciones en redes sociales y medios internacionales, marcando un nuevo capítulo en la ya extensa lista de apariciones inesperadas de Donald Trump en eventos globales.
