Por: Guido Áñez Moscoso, exministro exiliado en EEUU
Se conoce como implosión al fenómeno físico contrario a la explosión, es decir cuando un cuerpo estalla desde adentro, desde sus entranas y lo que hemos visto ayer en Lauca N, es el inicio de una implosión del MAS a raíz de que su liderato no ha entendido lo que está pasando en el país.
Cuando salís del gobierno, necesitas prudencia, silencio, reflexión, autocrítica, lo que no ha tenido ni tiene ni va a tener Evo Morales porque para él el poder es una forma de curar sus frustraciones enraizadas a lo largo de su vida. A pesar de gobernar 14 anos, no se formó como estadista, no se cultivó en lo personal, no fue un hombre de estado como se requiere para entender los procesos sociales de tu país.
Evo por su ansia de notoriedad y delirio de grandeza está camino a convertirse en el principal problema a resolver por parte del gobierno y del MAS. La implosión política es un fenómeno que se ha dado en todas partes del mundo cuando el deterioro la situación social llega a niveles preocupantes, se dio en URSS con Gorbachov, el cambio salió de dentro del mismo Partido Comunista, se dio en Bolivia en la revolución del 52, cuando quien derrocó a Víctor Paz fue su Vicepresidente Rene Barrientos Ortuño, a pesar que quien hizo una resistencia heroica fue la Falange. También se dio en la dictadura de Banzer, cuando a pesar de que el MIR hizo una resistencia heroica, fue su ministro del interior y delfín Juan Pereda Asbún el que lo derrocó.
Podemos dar muchos ejemplos, pero es fundamental darse cuenta del papel que juega el propio MAS en su autodestrucción, la esperanza no se construye negando la realidad sino aceptándola para poderla cambiar.
La ausencia de un sistema político institucionalizado, la improvisación de candidaturas elegidas de formas tribales algunas y otras por afinidad personal de fraternidad, de comparsa o porque ha tenido durante un tiempo un micrófono o porque pone una buena parte del costo de la campaña, es una debilidad que nos puede provocar improvisaciones en el manejo de la cosa pública. Puede pasarle factura a gestiones improvisadas y corruptas que dominen los gobiernos intermedios en gobernaciones y municipios.
O se aprende a hacer política en serio o bien el MAS se puede convertir en lo que es el peronismo en Argentina, que con distintas facciones solo podés hacer política dentro de sus filas y siendo su militante, lo que sería un desastre para el desarrollo de nuevos lideratos y alternativas de poder que logren recuperar la democracia y la justicia en nuestra patria.