viernes, 7 noviembre,2025
32 C
Santa Cruz de la Sierra

En cumbre empresarial, Rodrigo dice que “Bolivia vuelve al mundo después de 20 años de aislamiento”

El presidente electo Rodrigo Paz Pereira utilizó un tono profundamente simbólico y emocional en la apertura del encuentro empresarial Visión Bolivia 2025, realizado este viernes en Santa Cruz. Su discurso no fue solo una convocatoria al empresariado nacional e internacional, sino también una declaración política sobre el cambio de era que pretende marcar su gestión.

Paz describió los últimos 20 años de gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS) como un período de “secuestro” del país. Con esa expresión, el mandatario electo buscó sintetizar la narrativa central de su proyecto: la idea de que Bolivia estuvo retenida por un modelo político-económico que inhibió la inversión y frenó el desarrollo.

Su crítica se sustentó en un dato revelador: de los 115.000 millones de dólares de inversión extranjera directa en América Latina, Bolivia apenas captó 240 millones. Ese contraste fue presentado como evidencia del “fracaso del modelo” y como argumento para justificar la apertura económica que propone su gobierno.

El discurso de Paz refleja una clara ruptura con el modelo estatista que predominó desde 2006. A diferencia del énfasis redistributivo y de control estatal del MAS, su enfoque busca reactivar la confianza del sector privado, atraer capitales y reposicionar a Bolivia en el circuito económico internacional. “Ese secuestro terminó”, dijo, marcando el punto de inflexión que pretende simbolizar el inicio de su mandato.

El tono simbólico del liderazgo

El presidente electo apeló también al sentimiento nacional y a una retórica de renacimiento. Comparar la emoción de este encuentro con el nacimiento de un hijo no fue una simple metáfora personal, sino un intento de construir una narrativa de refundación: “Bolivia tiene derecho a nacer otra vez”. Con ello, Paz se posiciona como el líder de una etapa de reconstrucción moral y económica, que intenta despertar esperanza y optimismo tras años de polarización.

Este uso de símbolos —nacer, renacer, creer, patria— apunta a consolidar un liderazgo conciliador, aunque profundamente crítico del pasado. Busca movilizar al empresariado y a la ciudadanía en torno a una promesa de renovación, en la que el cambio político y el desarrollo económico se presentan como una misma causa nacional.

El rol de Santa Cruz

La elección de Santa Cruz y la Fexpocruz como escenario del evento no es casual. La región se reafirma como el motor económico del país y como símbolo del empresariado moderno que Paz pretende colocar en el centro de la nueva etapa. Con más de 2.000 empresarios de los nueve departamentos y delegaciones internacionales de Estados Unidos, la Unión Europea y organismos multilaterales como el BID, la CAF y el Banco Mundial, la cumbre proyecta una imagen de apertura y estabilidad.

José Gabriel Espinoza, jefe del equipo económico de Paz, reforzó esa visión al declarar que “Bolivia vuelve al mundo después de 20 años de aislamiento”. La frase resume el espíritu del encuentro: el fin de la desconfianza y la promesa de reglas claras, respeto a la propiedad privada y cumplimiento de contratos.

YA

CAMINO AL FEDERALISMO

“Yo creo que en años venideros, si hacemos bien las cosas, Bolivia será federal, lo cual potenciará a sus regiones”, planteó tambiém Rodrigo Paz, en el encuentro con empresarios nacionales y extranjeros en la ciudad de Santa Cruz.

Resaltó que el país comenzó su transformación tras el 17 de agosto y el 19 de octubre de este año, fechas en que se llevaron a cabo las elecciones generales y el histórico balotaje presidencial en los que salió vencedor.

El 17 de agosto, “el país dijo este es el camino, después en el balotaje, Bolivia reafirmó ese camino”, remarcó.

Indicó que con ello acabó el “Estado tranca”, pues el fin de su gestión de gobierno apuntará a que “el boliviano no trabaje para el Estado, sino que el Estado trabaje para el boliviano”. Ante ello, propuso la distribución 50/50 de los recursos humanos y económicos para el nivel central y las regiones.

“Hagamos mejores bolivianos, construyamos a mejores bolivianos, desarrollemos a los mejores bolivianos. Eduquemos, démosle la salud, démosle la garantía. Hagamos de esta patria una Bolivia productiva, en función de que el ser humano, el boliviano y la boliviana, no va a depender tanto si hay gas o litio, sino de las capacidades que les hemos dado para tener instrumentos del desarrollo”, apuntó.

Asimismo, afirmó que en su mandato Bolivia mantendrá relaciones con todas aquellas naciones que quieran cooperar en distintos sectores.

“Porque todo aquello, y lo digo pragmáticamente, que ayude a Bolivia a salir adelante, que permita a cada boliviano y boliviana supera

Entre el símbolo y la gestión

El mensaje de Rodrigo Paz combina emotividad política con un pragmatismo económico orientado a la inversión. En términos comunicacionales, logra conectar con el deseo colectivo de cambio, pero también asume el reto de traducir esa emoción en resultados concretos: crecimiento, empleo y estabilidad.

El desafío de su gobierno será mantener la coherencia entre la narrativa del “renacer” y las decisiones que deberá tomar en un contexto global competitivo y en un país aún marcado por la polarización. Si logra hacerlo, podría consolidar un nuevo consenso nacional en torno a la apertura, la institucionalidad y la confianza.

En suma, Visión Bolivia 2025 no fue solo una cumbre empresarial; fue el primer escenario de una narrativa de transición: del control al impulso, del aislamiento a la apertura, del desencanto al renacimiento nacional.

Mas recientes

Mas Noticias