El expresidente Evo Morales volvió a lanzar una advertencia directa al Tribunal Supremo Electoral (TSE): aseguró que si no se le permite participar como candidato presidencial en las elecciones del 17 de agosto, “no habrá elecciones” en Bolivia.
Durante un ampliado del ala evista del MAS realizado en el trópico de Lauca Ñ, Morales insistió en que su inhabilitación representa una vulneración a los derechos del “pueblo boliviano” y desafió abiertamente a las autoridades electorales, a pesar de que la Constitución Política del Estado le prohíbe una nueva postulación, y de que actualmente no cuenta con una sigla reconocida por el TSE.
“Vamos a ver si se realiza la elección el 17 de agosto; si no estamos, no hay elecciones. No tengo ningún miedo, ahí van a ver”, declaró ante sus seguidores, según reporte del diario La Razón.
En respaldo a esa postura, la dirigente de Pan-Bol y aliada del evismo, Ruth Nina, lanzó una amenaza aún más radical: advirtió que si Morales no es habilitado, “ese día no se contarán votos, sino muertos”.
“Nosotros, principalmente nuestras organizaciones sociales, porque Pan-Bol nace desde los Yungas, hemos decidido que el 17 de agosto preferimos dar nuestras vidas antes de permitir que nos obliguen a elegir a sus candidatos de derecha”, afirmó Nina, haciendo alusión al Gobierno y al órgano electoral.
Paradójicamente, Ruth Nina fue una de las voces críticas de Morales en el pasado, pero hoy se presenta como su firme defensora. Reclamó al TSE la rehabilitación de Pan-Bol, cuya personería jurídica fue retirada tras no alcanzar el mínimo del 3% de apoyo en las elecciones generales de 2020.
“No puede haber una elección sin la participación de la clase popular, de las naciones indígenas y de un candidato que el pueblo ha elegido, como es el hermano Evo Morales”, sostuvo.
Las declaraciones del evismo agudizan la tensión política a pocas semanas de los comicios, y generan preocupación en sectores sociales e instituciones sobre posibles escenarios de conflictividad electoral, en un país marcado por la polarización y los antecedentes de crisis poselectorales.