Desde el Ejecutivo afirmaron que la rearticulación del movimiento cívico, que anunció medidas de presión para esta semana, busca la desestabilización del mandato de Luis Arce y dejar en la impunidad a los responsables de la crisis política que vivió el país en noviembre de 2019.
El vocero presidencial, Jorge Richter, se encargó de realizar esa afirmación, quien además consideró que los cívicos pretenden construir una fuerza política movilizada que rápidamente la denomina como un movimiento en defensa de la democracia
“Es importante resaltar que esas alianzas cívicas surgen nuevamente para que la justicia no los pueda alcanzar, para que la verdad se pueda disipar. Estamos debatiendo horas importantes y cruciales sobre aquellos que tuvieron responsabilidad en el golpe, en la instalación de un gobierno no constitucional y en las muertes de Sacaba y Senkata”, dijo el funcionario.
El viernes, los representantes cívicos del país determinaron una marcha para el 10 de octubre y un día después convocaron a un paro movilizado, con el objetivo de rechazar las acciones autoritarias por parte del Gobierno de Luis Arce. /ANF/