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“Hijo de tigre, sale pintado”: la emoción de Jaime Paz Zamora al ver a su hijo asumir la presidencia

El expresidente Jaime Paz Zamora vivió este sábado una jornada cargada de simbolismo y emoción. Desde la testera de honor en la Asamblea Legislativa Plurinacional, observó cómo su hijo, Rodrigo Paz Pereira, juraba como presidente constitucional de Bolivia. Al término del acto, no ocultó su orgullo:

“Me he sentido absolutamente interpretado por mi hijo presidente y he salido con mucha esperanza. Hijo de tigre, sale pintado”, declaró conmovido.

A sus 86 años, el exmandatario del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) aseguró sentirse “recontra bien” tras su retorno a La Paz, y expresó su confianza plena en el nuevo jefe de Estado.

“Creo que estamos en buenas manos. Recomiendo cumplir con escrupulosidad y energía las promesas expresadas en su mensaje inaugural”, dijo, calificando el discurso presidencial de “sólido y esperanzador”.

Paz Zamora recordó también uno de los sellos de su gestión (1989-1993): la “diplomacia directa de presidente a presidente”, una práctica que —sugirió— su hijo podría retomar para fortalecer la proyección internacional del país.

Herencia de historia y política

La familia Paz es una de las más influyentes en la historia republicana boliviana. Rodrigo Paz no solo hereda la trayectoria de su padre, sino también la memoria de su abuelo, el general Néstor Paz Galarza, combatiente en la Guerra del Chaco (1932-1935).

En la Casa de la Libertad de Sucre, al recibir su credencial presidencial el pasado 5 de noviembre, Rodrigo recordó con voz entrecortada:

“Y como decía mi abuelo Néstor Paz Galarza: Bolivia es la patria que nunca nos abandona. No abandonemos a la patria”.

Néstor Paz Galarza, herido y prisionero en el conflicto del Chaco, logró fugarse para reincorporarse al Ejército. Era primo del también histórico Víctor Paz Estenssoro, cuatro veces presidente y líder de la Revolución Nacional de 1952, que instauró el voto universal y la reforma agraria.

Así, tres generaciones de los Paz han marcado el devenir político del país:

  • Víctor Paz Estenssoro, artífice de la revolución y la modernización estatal.
  • Jaime Paz Zamora, el intelectual conciliador que apostó por la estabilidad y el diálogo.
  • Rodrigo Paz Pereira, el presidente que promete reconciliación y unidad en un nuevo tiempo para Bolivia.

“Un pueblo maduro”

Para Jaime Paz Zamora, el triunfo de su hijo es también reflejo del cambio en la sociedad boliviana.

“Lo importante no es tanto que Rodrigo sea presidente, sino que el pueblo boliviano demostró una madurez extraordinaria. Está cansado de extremos y de peleas; quiere ver a Bolivia entre los grandes países”, afirmó.

Con el corazón de padre y el temple de estadista, Jaime Paz resumió su emoción con una frase sencilla pero simbólica:

“Tengo muchas ganas de vivir, de ser boliviano y de colaborar en lo que pueda con mi hijo”.

Una jornada que quedará en la memoria nacional: la historia —una vez más— se repite en la familia Paz.

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