El Comité Nobel noruego ha otorgado este viernes el Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado (Caracas, 58 años). El comité la ha elegido “por su incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos para el pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”. Machado lleva desde finales de agosto del año pasado en la clandestinidad a causa de la represión desatada por el régimen de Nicolás Maduro tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que la galardonada, que no pudo participar en la contienda por estar inhabilitada, apoyó la candidatura del diplomático Edmundo González Urrutia.
“Estoy en shock”, le ha dicho Machado a González en una llamada telefónica que el político opositor, exiliado en España, ha difundido en sus redes sociales. “No me puedo creer esto”, ha continuado Machado emocionada durante la conversación. Los dos políticos recibieron en octubre del pasado año el premio Sájarov por la libertad de conciencia que concede el Parlamento Europeo.
“Como líder del movimiento democrático en Venezuela, María Corina Machado es uno de los ejemplos más extraordinarios de coraje civil en América Latina en los últimos tiempos”, ha manifestado el presidente del comité, Jorgen Watne Frydnes, al anunciar el galardón. “Machado ha sido una figura clave y unificadora en una oposición política que alguna vez estuvo profundamente dividida, una oposición que encontró un terreno común en la demanda de elecciones libres y un gobierno representativo”, ha proseguido Frydnes.
La opositora venezolana se ha alzado entre los miembros del comité noruego por encima del candidato que mayor campaña y esfuerzos había hecho en los últimos meses, el presidente estadounidense, Donald Trump.
Hija de un importante empresario metalúrgico, Machado es, junto a Edmundo González, candidato en las elecciones del pasado año, la principal rival política de Maduro y el chavismo —“una burguesita de fina estampa”, la calificó el expresidente Hugo Chávez—. Si no fuera por una inhabilitación de la Contraloría General —de línea oficialista—, Machado habría encabezado la papeleta de la oposición en las presidenciales. En octubre de 2023, arrasó con un 92,5% de los votos en las primarias.

Su carrera política y avance a primera línea de la oposición a Maduro, no ha sido, sin embargo, meteórica, sino paulatina. En 2012, obtuvo solo el 3,81% de los votos frente al opositor venezolano Henrique Capriles (64,3%) en las elecciones primarias de la oposición. Después, no le ayudaron sus posiciones radicales de forzar una salida de Maduro con movilizaciones masivas o “el uso de la fuerza”. Hace tres años, su popularidad despegó. Había fracasado el intento de consolidar un Gobierno paralelo en manos de Juan Guaidó.
Cuatro meses después de las elecciones de julio de 2024, cuya victoria se arrogó Maduro pese a la denuncia de irregularidades por parte de la oposición y la comunidad internacional, la Fiscalía venezolana abrió una investigación a Machado con el fin de imputarla por supuestamente haber apoyado un nuevo paquete de sanciones de Estados Unidos contra Caracas. Fue entonces cuando la líder opositora pasó a la clandestinidad, que rompió el pasado enero al intervenir en unas manifestaciones en la capital venezolana contra la investidura de Maduro.
Promoción de la paz
El comité es desde 1901 el órgano encargado de designar a la persona que considera que cumple con los criterios del fundador del premio. El deseo de Nobel, explícitamente recogido en su testamento, enumera los puntos claves que se buscan en el perfil del candidato más merecedor: “[…] la persona que más o mejor haya contribuido a fomentar la hermandad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos permanentes, y el establecimiento y la promoción de congresos de paz”.
El Premio Nobel de la Paz, último de los cinco galardones que Alfred Nobel señaló en su testamento —las demás categorías incluyen Medicina o Fisiología, Física, Química y Literatura— se falla en el aniversario de la muerte de Alfred Nobel, el 10 de octubre, después del resto de premios ya anunciados a lo largo de esta semana.
En 2024, el galardón recayó en Nihon Hidankyo, organización nacional japonesa de supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki, conocidos como los hibakusha, “por sus esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares y por demostrar mediante el testimonio de testigos que las armas nucleares no deben volver a utilizarse nunca”, según defendió el comité noruego.
Este año, el favorito para hacerse con el galardón según los registros de los últimos días de la plataforma Polymarket, uno de los mercados de predicción más grandes del mundo, eran las Salas de Respuesta a Emergencias de Sudán (ERR), una iniciativa liderada por la comunidad sudanesa en respuesta a la crisis humanitaria desatada por la guerra civil que estalló en el país africano en abril de 2023. Le seguían la organización Médicos sin Fronteras, con misiones de ayuda en todo el mundo; Yulia Navalnaya, viuda del opositor ruso Alexéi Navalni; el Tribunal Internacional de Justicia, y, ya en quinto lugar, según esos números, Donald Trump. Machado ascendió en estas quinielas durante la mañana del viernes, unas horas antes del anuncio del galardón en Oslo. /ElPaís/