El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, denunció este jueves que el país ha sido víctima, en los últimos años, de intereses sectarios e inconstitucionales que derivaron en una profunda crisis económica y en la pérdida de vidas humanas. Las declaraciones fueron realizadas durante su intervención en la LXVI Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común y la Cumbre de Presidentes del Mercosur y Estados Asociados, que se celebra en Buenos Aires, Argentina.
“Agradecemos su sana preocupación por los hechos acontecidos en las últimas semanas en Bolivia, que lamentablemente en los últimos años ha sido víctima de intereses sectarios y anticonstitucionales. Acciones que han derivado en graves consecuencias económicas y que lamentablemente han costado vidas, y se deben precisamente a una concepción política nada revolucionaria ni de izquierda”, expresó el mandatario boliviano.
En su discurso, Arce destacó que, pese a esas adversidades, el país se encuentra actualmente en un proceso de reencuentro democrático, en el que se privilegia el diálogo y el respeto al marco constitucional.
“Se está imponiendo la madurez y la cultura democrática del pueblo boliviano, que sabemos es compartida por nuestros hermanos del Mercosur. Nuestras diferencias internas se resolverán en Bolivia dentro del marco institucional y constitucional, en el ámbito del respeto mutuo y la autodeterminación del pueblo boliviano”, afirmó.
Postura internacional ante los conflictos globales
Durante su intervención, el presidente boliviano también se refirió al conflicto en Medio Oriente, criticando las acciones militares recientes. Rechazó las agresiones armadas contra el pueblo palestino, el ataque de Israel contra Irán, y la injerencia de Estados Unidos en esa región.
“Bolivia no comparte la continuidad de las agresiones armadas contra el pueblo palestino ni el ataque de Israel contra Irán. Tampoco avalamos la participación de Estados Unidos en un conflicto que debe resolverse en el marco del respeto al derecho internacional”, señaló.
En ese contexto, Arce reiteró la “firme postura” del Estado boliviano en contra de la violencia como mecanismo para la resolución de controversias.
“Abogamos por un mundo equilibrado, donde el derecho internacional juegue un rol independiente y libre de cualquier tipo de condicionamientos. Entendemos que el Mercosur tiene un papel fundamental que desempeñar, amplificando la voz regional a nivel global y promoviendo un orden internacional basado en el multilateralismo, el respeto mutuo y la paz”, concluyó.
La participación de Bolivia en la cumbre del Mercosur se da en un momento de alta tensión política interna, con protestas y controversias sobre la institucionalidad democrática, así como un contexto económico desafiante.