Casi un año pasó desde que las “cebras” o educadores urbanos dejaron las calles y avenidas de la ciudad de El Alto, por falta de presupuesto. Ayer las mismas retomaron sus labores llegando a la población no sólo con información vial sino también previniendo sobre la inseguridad ciudadana. Este regreso es parte del 35 aniversario de la urbe alteña.
“Estamos a pocos días de cumplir 35 años en la ciudad de El Alto y hemos querido iniciar, como parte de los festejos de este mes, con una buena noticia para toda la ciudadanía alteña, las cebritas retornan a nuestro municipio, retornan al trabajo que tenían ellos de prevención, al trabajo de prevención, principalmente”, declaró a la prensa el secretario Municipal de Seguridad Ciudadana, Dorian Ulloa.
Indicó que con los educadores urbanos se quiere tener una “mejor ciudad y segura”, porque tienen una facilidad para llegar a la población en general. “A partir de la fecha las cebritas se unen al trabajo de “Ciudad Segura” de nuestro Municipio y bueno nosotros estamos muy contentos, porque creemos que realmente es un personaje muy solicitado por toda la ciudadanía alteña”, afirmó.
JÓVENES
Son 50 jóvenes, entre hombres y muejeres, que se encargarán de informar y prevenir a la población en diferentes puntos como pasarelas, paseos peatonales, además de otros lugares. La autoridad municipal indicó también que los educadores urbanos socializarán también mensajes de viabilidad y limpieza.
Las «cebritas» nacieron en la ciudad de La Paz en 2001 y pocos años después, el singular trabajo de las mismas llegó a la urbe alteña, con una simpática alegría, educan desde niños a ancianos a respetar la señalización y las normas de tránsito. Pese a que en El Alto su trabajo se da recientemente (al menos hace cuatro años), el cariño a las cebras creció y son los niños quienes más los reconocen en las calles y los abrazan, y asimilan sus lecciones más rápido que los mayores. “Lo que más me gusta de ser cebra es que podemos llegar a los más pequeños que nos ven con nuestros disfraces y vienen a nosotros rápidamente para que podamos hablar con ellos o abrazarlos”, dijo Claudia, una educadora urbana que por primera vez ingresó al programa.
El 2015 las «cebritas» fueron declaradas como Patrimonio Cultural Inmaterial del Municipio de La Paz, mientras que el 2016 recibieron el premio a la innovación urbana en Guangzhou (China). (el Alteño)