Por Hans Montaño, periodista
El progreso económico no se sostiene únicamente en la producción o en los recursos naturales, sino en la fortaleza de las instituciones. La institucionalidad cruceña se ha consolidado como un motor de estabilidad y previsibilidad que atrae inversiones, fomenta la innovación y garantiza condiciones de justicia social. La experiencia global confirma que países con instituciones débiles sufren corrupción, pobreza y crisis recurrentes, mientras que aquellos con reglas claras generan prosperidad y confianza.
En un escenario nacional marcado por la incertidumbre electoral, la polarización ideológica y la fragilidad económica, Santa Cruz muestra la contracara: un espacio donde las oportunidades siguen creciendo y donde los capitales —nacionales y extranjeros— encuentran seguridad para establecer operaciones productivas y comerciales.
El aporte productivo. Santa Cruz no solo lidera en dinamismo económico, sino que sostiene al país en términos productivos. El sector agropecuario, articulado principalmente a través de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), garantiza alimentos, exportaciones y divisas.
- La CAO reúne a más de 70 mil productores y representa a 100 mil unidades productivas, de las cuales un 70% son pequeños productores, un 24% medianos y un 6% grandes.
- El sector agropecuario cruceño aporta el 16% del PIB nacional, equivalente a 6.000 millones de dólares.
- Genera el 24% de los empleos directos del país, con alrededor de 1,6 millones de personas ocupadas.
- Representa el 24% de las divisas, con aproximadamente 3.200 millones de dólares.
La superficie agropecuaria del departamento alcanza 15,5 millones de hectáreas, de las cuales se utilizan 7,4 millones entre agricultura y ganadería. Esto deja una potencialidad de más de 8 millones de hectáreas para producción futura, que podrá desarrollarse con biotecnología, semillas transgénicas y apertura de mercados.
La soya y la agroindustria. En el ámbito agrícola, la soya es el principal cultivo, ubicando a Bolivia en el quinto lugar en Sudamérica, con un rendimiento de 2,35 toneladas por hectárea, pese a contar con apenas un evento biotecnológico aprobado. Para la campaña 2024-2025 se proyecta 1,2 millones de hectáreas de siembra de soya, con perspectivas de recuperación productiva.
Otros cultivos relevantes son maíz, girasol, arroz, sorgo, trigo y frutas, además de la producción pecuaria que garantiza carne, leche, aves y cerdos para el mercado interno y de exportación.
Ganadería cebuina y diversificación. La ganadería cebuina se posiciona como pilar estratégico en la seguridad alimentaria y la proyección internacional. En la Expocruz 2025, ASOCEBÚ registró más de 870 animales inscritos, lo que representa un crecimiento del 50% en la última década. También aumentó el número de expositores a 76, reflejando la confianza en la genética nacional.
El concurso lechero alcanzó récords con 26 animales inscritos, un incremento del 24% respecto a 2024, evidenciando la diversificación hacia la producción láctea de razas como Gyr y Girolando.
Instituciones que impulsan el agro. El desarrollo productivo de Santa Cruz está respaldado por instituciones sólidas:
- ANAPO: concentra agricultores de soya, maíz, trigo, girasol y chía. Advierte que 70.000 hectáreas están en riesgo por avasallamientos, especialmente en Guarayos, donde ya se afectaron más de 20.000 hectáreas.
- APIA: gremio de insumos agropecuarios con 72 empresas, que genera 30.000 empleos y sostiene programas como Campo Limpio y CuidAgro.
Estas organizaciones son claves para garantizar la formalidad, la innovación y la sostenibilidad del sector.
Expocruz y la integración internacional. La Feria Internacional Expocruz 2025 se perfila nuevamente como el mayor punto de encuentro empresarial de Bolivia. Con más de 30 países participantes, pabellones destacados de China y Brasil, y la Rueda de Negocios de CAINCO, donde más de 600 empresas proyectan 7.000 citas de negocios y $us 95,2 millones en intenciones de acuerdos, Santa Cruz refuerza su posición como plataforma internacional de integración.
El sector forestal: segundo motor de la economía. El Centro Boliviano de Economía (CEBEC) estima que el sector forestal boliviano, con 28 millones de hectáreas disponibles, podría cuadruplicar su aporte al PIB hacia 2030, generar 126.000 empleos y producir $us 1.200 millones en divisas anuales. Actualmente, solo 11 millones de hectáreas están bajo aprovechamiento.
El desafío radica en la seguridad jurídica, acceso a financiamiento y políticas públicas claras para consolidar un manejo sostenible y competitivo.

Santa Cruz es hoy el corazón productivo de Bolivia. Con un tejido institucional sólido, sectores agroindustriales en expansión y una vocación exportadora que conecta al país con el mundo, el departamento demuestra que la institucionalidad es la base del desarrollo sostenible.
En un contexto nacional de tensiones y crisis, la Cruceñidad no solo aporta con cifras económicas contundentes, sino que también ofrece un modelo de gestión productiva, resiliente e innovadora que proyecta a Bolivia hacia el futuro.