Frente al persistente desabastecimiento de diésel en el país, la Confederación del Transporte Pesado Nacional propuso importar el combustible directamente desde empresas extranjeras, a un costo de Bs 2,70 por litro, a través de puertos en Chile y Perú. El precio es inferior al establecido por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que actualmente comercializa el litro de diésel subvencionado en Bs 3,20.
El planteamiento fue presentado este lunes por Domingo Ramos, dirigente del sector, quien aseguró que cuentan con el respaldo logístico de firmas privadas extranjeras para realizar la operación, a la espera únicamente de la autorización del Gobierno nacional.
“Estaríamos hablando de 2,70 bolivianos (el litro) en puertos chilenos o peruanos. Nosotros, como transportistas, tenemos el derecho de importar nuestro propio combustible para consumo interno, bajo la figura de una empresa privada que nos facilitará el proceso”, señaló Ramos en conferencia de prensa.
Acusan sobreprecio en compras estatales
Ramos también criticó el modelo actual de importación que ejecuta YPFB y denunció que empresas intermediarias, como BoTrading, estarían operando con sobreprecios.
“Dentro de Yacimientos, empresas como BoTrading están robando a vista y paciencia de la población boliviana”, afirmó, en referencia a los procesos de adquisición de combustibles por parte de la subsidiaria estatal, investigada anteriormente por presunto sobreprecio.
En 2024, una comisión de la Cámara de Diputados realizó una investigación sobre los contratos y operaciones de BoTrading. Sin embargo, las conclusiones fueron contradictorias y aún no se ha emitido un informe definitivo que esclarezca las acusaciones.
Amenazan con movilizaciones
El transporte pesado nacional advirtió con iniciar movilizaciones si el Gobierno no permite la libre importación de carburantes, una medida que ya fue establecida en 2023 mediante tres decretos supremos, pero que, según los transportistas, aún enfrenta obstáculos burocráticos.
Entre las principales demandas del sector está la eliminación del arancel de importación, que exigen sea del 0% para viabilizar y abaratar el ingreso de carburantes desde proveedores internacionales.
“Hasta el momento no han cumplido el acuerdo firmado con nuestro sector. Por humanidad y responsabilidad, se debe liberar de forma efectiva la importación de combustible”, sostuvo Ramos, recordando un compromiso pendiente del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, así como del Ministerio de Hidrocarburos.
Un problema estructural
El desabastecimiento de diésel ha sido constante desde inicios de 2024, agudizado por la escasez de dólares que enfrenta Bolivia. Esta situación ha limitado la capacidad de YPFB para importar combustibles, generando largas filas en surtidores, aumento de precios en el mercado negro y una afectación directa al transporte de carga, la producción agrícola y las industrias.
De acuerdo con datos oficiales, Bolivia requiere importar aproximadamente 2.500 millones de litros de diésel al año, de los cuales el 100% proviene del extranjero debido a la baja capacidad de refinación nacional. /La Razón/