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Tras la liberación de los rehenes, Trump puso fin a la guerra y se reúne con más de 20 mandatarios en Egipto

En la blindada playa egipcia de Sharm el Sheij, este lunes, tras la liberación de los rehenes israelíes, y cuando ya se firmó el acuerdo para el fin de la guerra en Gaza y el inicio de la paz en Medio Oriente, Europa estará en la primera línea buscando su espacio en esta cumbre. El “Día después” en Gaza es su obsesión.

Entre 20 líderes del mundo entero, el primer ministro británico Sir Keir Starmer, el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Friedrich Merz, la primera ministra italiana Giorgia Meloni, el español Pedro Sánchez y el presidente de la UE António Costa se unieron para reclamar ser parte.

Buscan participar en las fuerzas de paz en la Franja y consolidar los dos estados para conseguir una paz duradera entre Israel y los palestinos: un reconocimiento del estado Palestino en la ONU, que enfurece a Israel, pero que forzó a Benjamin Netanyahu en la negociación.

La fuerza internacional en Gaza

Mientras los líderes se reúnen en Egipto para conversar, firmar y discutir la reconstrucción de una Franja que se parece a un paisaje lunar y costará al menos 50 mil millones de dólares pagados por los países del Golfo, Europa no tiene claro su papel en la configuración del futuro de Gaza.Hasta ahora la UE controlará el límite entre Rafah y Egipto.

Para todos, la inquietud es el Día después. Cómo controlar Gaza y a Hamas, que ya se ha enfrentado con clanes palestinos, en choques que han dejado 27 muertos y pueden provocar rápidamente una guerra civil, con milicias armadas anti-Hamas por Israel.

Es indispensable que una fuerza militar de estabilización internacionalllegue ya a la Franja inmediatamente. Algunos creen que estará formada por Egipto, Turquía y Arabia Saudita. Pero luego que Estados Unidos dijera que no participará en ese proceso, el gran interrogante es si los países europeos serán o no parte de esta fuerza internacional.

Sir Starmer ofreció este lunes participar en el aseguramiento del alto al fuego en Gaza, con tropas en el terreno, y supervisar el decomiso del armamento de Hamas. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, lo apoya. Gran Bretaña tiene la experiencia exitosa del desarme del IRA en Irlanda del Norte.

Macron, atormentado por la política interna en su país, lideró la iniciativa para el reconocimiento de Palestina en las Naciones Unidas el mes pasado. Un drástico giro de 180 grados para Francia, que arrastró a muchos otros europeos, incluido Starmer.

Pero este ofrecimiento de Starmer posiblemente puede caer en oídos sordos. Francia y Gran Bretaña no son muy populares en Israel, después de haber reconocido al estado palestino y apoyar la teoría de los dos estados.

Keir Starmer, Macron, el emir de Qatar Tamim ben Hamad al-Thani, el turco Recep Tayyip Erdogan y Meloni, en Egipto este lunes. Foto: AP

El alemán Merz, llamativamente, no siguió su ejemplo, sino que repitió la postura que unió al E3: que las condiciones previas para el reconocimiento de Palestina estaban lejos de cumplirse.

El cuestionado rol de Blair

Los líderes europeos tienen una misión clave: será encontrar representación en el “nuevo organismo internacional de transición”. El famoso “Board de la paz”, que presidirá Trump, pero cuyo primer ministro será el ex primer ministro laborista británico Tony Blair por 5 años.

Con Sir Tony Blair, ex primer ministro británico, al lado de Trump, los gobiernos europeos buscan expresar su opinión, a pesar de su historial dispar en el conflicto de Gaza.

El problema es que “Tony Blair es un problema en Medio Oriente”, más allá de sus ambiciones o experiencia. Ni Hamas ni los palestinos ni los árabes se olvidan de la guerra de Irak, de las falsas denuncias de armas de destrucción masiva en Irak, del ahorcamiento de Sadam Hussein, y de Afganistán. No quieren que sea el premier ni volver a los días de la colonia británica. Por eso este plan de paz es tan frágil y hasta puede llegar a ser efímero.

¿Quién debería estar representando a Europa? En primer lugar está el llamado E3: Gran Bretaña, Francia y Alemania —las mayores economías de Europa. Pero incluso en ese círculo tan selecto, la unidad escasea.

La polémica por la participación británica

El rol de Gran Bretaña en la obtención de la paz se está discutiendo en estas horas y el de su real protagonismo en las negociaciones.

La ministra del gobierno británico, Bridget Philipson, afirmó que el Reino Unido “jugó un papel clave entre bastidores en la configuración de este acuerdo”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla con el primer ministro británico, Keir Starmer, tras la firma oficial de la primera fase del acuerdo de alto el fuego de Gaza entre Israel y Hamas. Foto Reuters

El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, la citó posteriormente, escribiendo: “Les aseguro que está delirando. Puede agradecerle a Donald Trump en cualquier momento, solo para aclarar las cosas”.

Este lunes, el enviado de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, contradijo las palabras del embajador norteamericano en Israel, Huckabee.

“Quiero reconocer el papel vital del Reino Unido en la asistencia y coordinación de los esfuerzos que nos han llevado a este día histórico en Israel. En particular, quiero reconocer la increíble contribución y los incansables esfuerzos del asesor de Seguridad Nacional, Jonathan Powell”, dijo el negociador de la paz.

Powell, hombre clave y silencioso

Steve Witkoff y Jonathan Powell son cercanos. Powell no solo trabajó como jefe de gabinete de Blair. Fue el armador británico de la paz en Irlanda del Norte, el hombre detrás de las cortinas. El interlocutor secreto del Ejército Republicano Irlandés (IRA), de su líder, Martin McGuinness, para las más difíciles negociaciones sobre el desarme en el Ulster. No es otro que el discreto padre del Acuerdo del Viernes Santo en Belfast, entre otros. Se transformó en un experto en mediación de conflictos este hijo de un militar, diplomático de profesión y casado con una periodista británica.

Después creó Inter Mediate, su propio instituto de resolución de conflictos. En esto trabajó cuando el laborismo estaba fuera del poder y creó una red de contactos en Medio Oriente y en África. Fue fundamental para Steve Witkoff, que tenía como experiencia ser un desarrollador inmobiliario y negociar leoninos contratos en Medio Oriente, pero carecía de la experiencia diplomática.

Witkoff valora el criterio de Powell en la resolución de conflictos.

Witkoff y Jared Kushner (yerno de Trump y enviado clave en este proceso) también valoran las conexiones de Powell y Blair en Oriente Medio, que han resultado muy útiles en los últimos meses.

Witkoff destacó a Powell como un valioso asesor en las conversaciones mantenidas durante la reciente visita de Estado de Trump al Reino Unido.

La participación de Tony Blair en el proceso de paz y los planes del “día después” es a título privado. No trabaja para el gobierno del Reino Unido. Pero él y Powell son uno. Trabajan juntos desde la victoria laborista de 1997.

El futuro de Europa en la Franja

Israel se enfureció por el reconocimiento del Estado palestinopor parte de Francia, el Reino Unido y otros países mientras el conflicto se intensificaba. Esto sembró aún más desconfianza en la mesa de la conferencia de paz, con la sospecha de que la política de gestos pro-Palestina estaba a la orden del día en la mayoría de los países europeos.

Las conversaciones entre europeos, Turquía y países árabes han reforzado los temores de Israel de que Europa, a diferencia de Estados Unidos, esté del lado de Palestina.

La UE también presiona por un lugar en la mesa, un bloque que abarca desde países proisraelíes, como Alemania, hasta naciones como Irlanda y España, que han acusado a los israelíes de genocidio.

Lejos de estar unida, la UE siempre ha vacilado y ha dudado sobre los tortuosos borradores de las cumbres, los llamamientos a imponer sanciones contra Israel y la imposible tarea de encontrar la cuadratura del círculo.

Por un lado, Europa se define por los países que juraron “nunca más”, tras la historia del Holocausto y el intento de exterminio de los judíos europeos por parte de Alemania, con la colaboración de otros, como Francia.

Irlanda y España, con un amplio apoyo de la izquierda en Italia, Gran Bretaña y otros países, acusan a Israel de intentar eliminar a los palestinos.

“El día después” según Europa

Las conversaciones entre ministros de Asuntos Exteriores, convocadas por Macron en París la semana pasada, reunieron a Francia, Italia, Alemania, España y el Reino Unido, así como a Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Turquía y la UE.

El objetivo de la reunión, según Macron, era “la movilización constante de Francia en favor de una solución política integral, trabajando para preparar el ‘día después'”.

Yvette Cooper, ministra de Asuntos Exteriores británica, prometió que “el Reino Unido está dispuesto a desempeñar plenamente su papel”.Pero no mencionó a Blair, quien la ascendió inicialmente a la primera línea del Partido Laborista.

Funcionarios británicos han enfatizado que, si bien Blair, el único otro miembro nombrado del “consejo para la paz” de Trump, ha desempeñado un papel en la negociación de la paz, no es el representante de Gran Bretaña. De hecho, el historial de Blair en Irak lo hace inapropiado para los países árabes y los europeos, quienes se opusieron legalmente a la invasión liderada por Estados Unidos y Gran Bretaña.

Los israelíes no fueron invitados a esta reunión en París. Gideon Sa’ar, ministro de Asuntos Exteriores del país, acusó a los europeos de organizar conversaciones “innecesarias y perjudiciales”, “inventadas a espaldas de Israel”. Sa’ar afirmó que Macron había adoptado una postura pro-Palestina “para desviar la atención de sus problemas internos a expensas de Israel”. /Clarín/

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