Ya no hay duda que Jorge Tuto Quiroga y Manfred Reyes Villa son los que se disputarán la candidatura antimasista en las elecciones generales prevista para agosto. Cada uno ya hizo su presentación oficial como aspirante a la presidencia, adelantando algunas propuestas de lo que serán sus planes de Gobierno.
Ambos saben que Santa Cruz, un territorio totalmente antiMAS, jugará un rol decisivo en los próximos comicios. Por eso, tanto Reyes Villa, como Quiroga, realizan visitas proselitistas prelectorales intentando seducir el voto de los cruceños.
Sin embargo, hay quienes piensan que hasta ahora ninguno de los dos han sido claro con una propuesta para el oriente, la región productiva por excelencia del país.
“Desde 2006, cuando Evo Morales asumió el poder, los masistas han declarado a Santa Cruz, como estrategia populista, su enemigo. Morales y Arce se han encargado de intentar frenar el desarrollo productivo y perseguir a sus líderes. Se han llevado $us 30.000 millones del gas y no han ejecutado obras en esta región, eso sí, han puesto trabas a las exportaciones e impulsado el avasallamiento de propiedades”, señaló Guido Náyar, exlíder cívico.
Para él, son casi dos décadas de política sistemática de intentar destruir a la locomotora económica del país y que las elecciones de agosto son la gran oportunidad de que los aspirantes presidenciales contemplen en sus planes a Santa Cruz como un protagonista central, tomando en cuenta la gran necesidad que genera la migración de ciudadanos de otras regiones.
“Ya sabemos que un 85% de los que viven en Santa Cruz no votaría por el MAS, pero eso no quiere decir que Tuto Quiroga, Reyes Villa u otro candidato vayan tener el voto de esta región a cambio de nada. Hay temas urgentes que resolver y que solo requieren voluntad política, como frenar la inseguridad jurídica de la tierra, abrir nuevos mercados para exportar y devolver la libertad”, destacó Náyar.
Reyes Villa el fin de semanada fue proclamado candidato a la presidencia por Súmate-Autonomía Para Bolivia (Súmate-APB en el estadio Félix Capriles de Cochabamba.
“Acepto ser candidato y ser el próximo presidente que va a cambiar la historia de Bolivia. Me voy a ‘rajar’ trabajando por ustedes, les juro que vamos a cambiar Bolivia”, remarcó
También pidió no escuchar las denuncias que surgieron contra él y que lo vinculan fuertemente al masismo. Recordó que él estuvo fuera del país precisamente por una persecución que desató en su contra el Movimiento Al Socialismo (MAS) y que no podría ser aliado del partido que lo persiguió.
A su vez, Tuto Quiroga se instaló estos días en Santa Cruz y trabaja en lograr alianzas. Acaba de sumarlos a su plataforma a los conocidos exparlamentarios de Santa Cruz, Desirée Bravo y Tomás Monasterio.
“Agradezco a Desirée, cuyo liderazgo es respetado por muchos en Santa Cruz y en Bolivia desde hace muchos años y a Tomás Monasterio, un diputado con el que hemos trabajado en el pasado y cuando yo era perseguido por Evo Morales, él hizo peticiones de informe que probaron toda esta persecución política”, señaló.
Para este martes, tiene programado un encuentro con exconstituyentes en la Pascana de la Plaza 24 de Septiembre, en el que recibirá el apoyo y la incorporación a la Alianza Libre.

CUIDADO CON LOS OPORTUNISTAS
“Es tiempo de reivindicar a Santa Cruz que durante 19 años ha sufrido el flagelo del MAS, pero también el flagelo del oportunismo de la oposición que no tuvo el valor de defender el desarrollo, la propiedad privada. Hoy vienen hablar de lo que gente reclama hace rato, ninguno (de los candidatos) se compromete. Se escuchan enunciados, pero no hay compromiso real con el desarrollo y la libertad. Ahora que aparecen los supuestos salvadores es cuando los cruceños tenemos que tener más cuidado y serenidad con entregar el voto, el instrumento más importante de la democracia”, insistió el exministro adenista.
El historiador e impulsar de las autonomías desde la Nación Camba, Angel Sandoval Ribera, se suma a la crítiva señalando que no “se puede comparar la lucha de un auténtico cabildante, de tantos cabildos, por la autonomía con otros que rápidamente claudican y terminan seducidos, absorbidos y arrastrados por los candidatos presidenciales que avalan las anomalías del poder electoral vigente y de paso, no hablan de profundizar las autonomías con el fin de mantener la estructura centralista y excluyente del Estado boliviano”.