La escasez de diésel en el país ha generado una nueva protesta en el sector del transporte. Este viernes, choferes, boleteros y trabajadores de empresas de transporte interdepartamental que operan en la Terminal de Buses de La Paz marcharon por las calles paceñas portando carteles y exigiendo una solución inmediata al desabastecimiento de combustible, que ya afecta de manera directa la frecuencia de viajes y la estabilidad laboral del sector.
“Estamos al 10% de operaciones, no podemos seguir así. Desde 2019 intentamos recuperarnos, hemos enfrentado bloqueos, el alza de repuestos, y ahora no tenemos diésel. No aguantamos más”, reclamó Richard Martínez, uno de los choferes movilizados.
El secretario del transporte interdepartamental de La Paz, Marcos Lanza, informó que varias empresas se vieron obligadas a reducir su personal hasta en un 50% ante la baja demanda de pasajes y la imposibilidad de operar normalmente. “Toda esta gente que está aquí se quedó sin trabajo. Si hasta la próxima semana no hay soluciones, las protestas se van a extender en todo el país”, advirtió.
El conflicto se agudiza en plena temporada de vacaciones escolares, cuando la demanda de viajes aumenta. Sin embargo, la falta de combustible ha obligado a las empresas a recortar salidas, dejando a pasajeros sin servicio y a trabajadores sin ingresos.
En una reunión sostenida este viernes con representantes de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), los transportistas no recibieron garantías claras sobre el abastecimiento de diésel. “Nos están pidiendo que descansemos porque ya no hay salidas”, lamentó Jhonny Macías, boletero afectado.
Una trabajadora de la terminal señaló que, según información extraoficial, solo se garantizaría diésel hasta el 31 de julio. “Antes estábamos al 70%, ahora operamos al 30%. Nuestro trabajo está en riesgo, trabajamos honestamente”, afirmó.
La directora de la Terminal de Buses de La Paz, Iveliz Asturizaga, declaró a La Razón Radio que, si bien las salidas de buses disminuyeron un 6% respecto a 2024, el número de pasajeros aumentó en un 2,10% durante la primera quincena de julio, lo que evidencia una demanda que no puede ser cubierta por falta de combustible.
La situación es similar en la Terminal de Minasa, donde los viajes hacia los Yungas se redujeron en al menos un 40%. “Los choferes pasan días en las filas, no pueden salir”, explicó Tatiana Sánchez, boletera del lugar.
Las filas en estaciones de servicio de La Paz y El Alto se han vuelto interminables. Choferes reportan hasta 48 horas de espera para conseguir diésel. El dirigente nacional del transporte sindicalizado, Lucio Gómez, advirtió que convocarán a un ampliado nacional la próxima semana para definir nuevas medidas de presión.
“El Gobierno no cumplió sus compromisos. Si tomamos medidas, va a haber consecuencias. Tenemos familias, deudas, y no hay diésel para trabajar”, manifestó Gómez. Además, criticó al presidente Luis Arce, asegurando que la escasez no puede justificarse con la falta de divisas. “Como presidente, tiene la obligación de garantizar combustible”, dijo.
El jueves, el propio Arce reconoció que el Estado no puede asegurar el abastecimiento de carburantes debido a la falta de dólares para importar, situación agravada —según indicó— por la no aprobación de créditos externos en la Asamblea Legislativa.