La economía de Argentina ha salido de una recesión. El PIB ha logrado volver al crecimiento después de tres trimestres de contracción, logrando una expansión suficiente para recuperar en tres meses los niveles de PIB de finales de 2023, y todo ello al mismo tiempo que se implementa el plan de austeridad más agresivo de la historia reciente de Argentina.
El fin de la recesión técnica llega por todo lo alto en Argentina. Pocos habrían apostado a que la economía iba a recuperarse tan rápido con unas medidas de recortes de gasto (que reducen la demanda agregada) tan drásticas. Han sido estas medidas, precisamente, las que han permitido el ‘otro milagro’, que ha sido reducir el riesgo país desde los 2.100 puntos de hace unos meses a los 677 puntos en los que cotiza en la actualidad, niveles que no se veían desde febrero de 2019. Al mismo tiempo, el peso se ha estabilizado y acerca la posibilidad de poner fin al cepo cambiario. Pese a todos estos logros, la economía se mantiene en una posición frágil tras años de elevadísima inflación, control de precios, acumulación de desequilibrios, déficits públicos y deuda externa. Aunque todo ello ha comenzado a corregirse, este solo es el principio de una misión casi imposible que sigue una hoja de ruta clara: el plan de Javier Milei.
Daniel Fernández, profesor de Economía en la Universidad Francisco Marroquín, explica que “el PIB de Argentina crece al mayor ritmo desde el año 2020 y se encuentra ya en el mismo lugar que antes de que entrara el gobierno de Milei. El 2024 terminará muy posiblemente con crecimiento económico, además de haberse evitado una hiperinflación y un default de deuda”, señala este experto.
El propio Financial Times ha publicado un artículo titulado ‘La economía argentina sale de la recesión en un hito para Javier Milei’, explicando cómo el país ha logrado recuperarse en medio de un plan de fuertes ajustes, incluso más rápido de lo que había previsto el propio GobiernoFernández va más allá y asegura que “Argentina se estudiará en las siguientes décadas como un ejemplo exitoso de política económica pultraortodoxa“. Aunque es muy pronto para sacar conclusiones de este tipo, lo cierto es que lo que ha logrado Javier Milei a base de cuadrar las cuentas, levantar controles de precios, desregular la economía y generar los incentivos adecuados ha sido notable en tan poco tiempo.
La inflación se encuentra ya en el 2,4% mensual, frente al 25% de hace unos meses, un logro que se atribuye casi en su totalidad a los recortes de gasto que han permitido al país lograr varios superávits fiscales consecutivos, recuperando la confianza de los mercados.
El producto interior bruto (PIB) de Argentina se contrajou en el tercer trimestre del año un 2,1% con respecto al mismo período de 2023 y encadena seis trimestres de tasas interanuales en negativo, informaron este lunes fuentes oficiales
Con todo, el PIB argentino logró entre julio y septiembre pasado repuntar un 3,9%con relación al segundo trimestre del añotras tres trimestres consecutivos en caída. Según informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el tercer trimestre la oferta global se contrajo un 4,2% en términos interanuales, como producto de la caída del 2,1% del PIB y el desplome del 11,7% en las importaciones.
Al mismo tiempo, la demanda global retrocedió un 4,2%, con una bajada del 16,8% en la formación bruta de capital fijo y un aumento del 20,1% en las exportaciones, mientras que el consumo privado cayó un 3,2% y el consumo público bajó un 4%. Este año la actividad económica se ha visto impactada por los efectos de la súbita devaluación del peso argentino en diciembre de 2023, apenas iniciado el Gobierno de Javier Milei, el drástico programa de ajuste puesto en marcha por el nuevo Ejecutivo y una aún muy elevada inflación (166% interanual en noviembre pasado)
Todo ello, también ha permitido la caída del riesgo país a mínimos no vistos desde febrero de 2019. El riesgo país es lo mismo que en Europa se conoce como prima de riesgo y calcula la diferencia entre el bono libre de riesgo (en América el bono a 10 años de EEUU) y el bono argentino. El diferencial se ha estrechado en unos 1.400 puntos en unos pocos meses, pasando de los 2.100 puntos a los 677 actuales. Tras conocerse el buen dato de PIB, el riesgo país cayó otros 33 puntos básicos adicionales. Esto en buena parte ha sido gracias a la estabilización del peso tras la limpieza del balance del banco central y la imposición de las medidas de austeridad fiscal.
Es más, el peso ha vivido algo inédito, en el mercado ‘negro’ o informal (que paradójicamente es el que refleja el precio real del peso) ha llegado a cotizar con mayor fortaleza durante unas horas que el peso oficial, una auténtica contradicción económica que, sin embargo, revela que los argentinos confían cada vez más en su propia divisa. Además, desde que Javier Milei llegó a la Casa Rosada, los precios de los bonos soberanos argentinos se han triplicado, logrando al mismo tiempo una caída intensa del interés que pagan en el mercado, según explican desde el Financial Times en un extenso reportaje sobre la economía de Argentina
Ahora, el plan de Milei entra en la segunda fase. Aunque aún quedan muchos ajustes por realizar, la economía parece haber comenzado a despertar, según muestran los indicadores adelantados de los últimos tres meses, lo que da cierto margen al Gobierno para empezar a bajar impuestos, aunque con cautela, puesto que mantener el superávit público resulta fundamental para que los mercados sigan depositando su confianza en las finanzas argentinas. Todo parece acompañar, porque hasta el sector energético está empezando a generar superávits en Argentina gracias al despertar del inmenso yacimiento de petróleo de Vaca Muerta, que ya produce más de 400.000 barriles de crudo al día. No obstante, este solo es el principio de lo que puede hacer el mayor yacimiento de petróleo de esquisto de Sudamérica. Las petroleras están invirtiendo para construir un gran oleoducto que permita exportar grandes cantidades de crudo argentino.
Suben las importaciones
De acuerdo con los datos oficiales difundidos este lunes, en el tercer trimestre se combinaron en la oferta global un crecimiento del 3,9% del PIB respecto al segundo trimestre de 2024 y un aumento del 9,1% en las importaciones de bienes y servicios, lo que refleja que la renta disponible de los argentinos se está comenzando a recuperar. Del lado de la demanda global, se registró una mejora del 12% en la formación bruta de capital fijo y un aumento del 3,2% en las exportaciones, mientras que el consumo privado se recuperó un 4,6% y el consumo público avanzó apenas un 0,7%.
Según el reporte oficial difundido este lunes, de los 16 sectores que conforman el PIB, en nueve de ellos se observó una retracción interanual de actividad en el tercer trimestre. Entre los sectores de peso, destaca la caída de la construcción (-14,9%), la industria manufacturera (-5,9%) y el comercio (-6,1%).
La nota positiva la dio el sector agropecuario, con un salto interanual del 13,2%, aunque desde bases muy deprimidas por la severa sequía que golpeó a esta actividad el año pasado. En el acumulado de los tres primeros trimestres del año, el PIB de Argentina registró una caída del 3%. De acuerdo con las últimas proyecciones privadas recabadas por el Banco Central, el PIB de Argentina caería un 3% en el conjunto de 2024, desde una retracción del 1,6% en 2023.
Más allá del PIB, el riesgo país y los superávits públicos, el Gobierno de Javier Milei está desactivando la ‘bomba’ inflacionaria. La estrategia de Milei para combatir la inflación ha consistido en lo que él mismo denomina “usar una motosierra contra el Estado”. Esto ha implicado reducir el gasto público del 44% al 32% del PIB. Los mayores recortes se realizaron en pensiones, obras públicas, salarios del sector público, subsidios a la energía y el transporte, y programas sociales. Al mismo tiempo, su ministro de Economía, Luis Caputo, antiguo operador de Wall Street, implementó un complejo plan financiero para frenar la impresión excesiva de pesos desde el Banco Central.
Fuente: elEconomista