La Comandancia General de la Policía Boliviana instruyó el “cierre total y ordenado” de todas las divisiones de comisaría de Tránsito del país, según un memorándum fechado el 29 de noviembre y firmado por el comandante general, Mirko Sokol.
La disposición establece el cese inmediato de todas las actividades operativas y administrativas en estas unidades. Como parte del proceso, cada comisaría deberá elaborar un inventario exhaustivo de los bienes asignados —mobiliario, equipos, armamento y vehículos— para su remisión oficial.
El documento ordena además que todo el personal policial y administrativo se presente en el Departamento de Recursos Humanos o en la dependencia correspondiente, donde recibirán instrucciones para su nueva asignación funcional.
“Las presentes instrucciones son de cumplimiento obligatorio e inmediato, debiendo tomar las medidas necesarias para asegurar un proceso ordenado, transparente y conforme a la normativa legal vigente”, señala el memorándum.
Asimismo, cada jefatura de comisaría deberá entregar un informe final de cierre, acompañado de inventarios, actas de entrega y el registro de cualquier incidencia, en un plazo máximo de 24 horas tras el cierre efectivo.
Como medida paralela, la Policía habilitará Oficinas de Plataforma de atención al público en las Direcciones Departamentales de Tránsito, con el objetivo de reorganizar y mejorar la prestación de servicios a la ciudadanía.
El documento aclara que solo permanecerán operativas las Divisiones de Comisarías de Tránsito Departamentales en cada jurisdicción del país, mientras se completa el proceso de reestructuración.
