Un intercambio de acusaciones por presunto conflicto de intereses escaló en las últimas horas entre el líder de Alianza Unidad, Samuel Doria Medina, y el senador de Alianza Libre, Branko Marinkovic, a raíz de recientes designaciones en el Senado y en el Órgano Ejecutivo.
La tensión surgió luego de que Marinkovic fuera nombrado presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Tierras, decisión que generó cuestionamientos debido a que su familia mantiene desde hace años procesos legales vinculados a propiedades rurales. Paralelamente, el nombramiento de Cinthia Yañez —colaboradora cercana a Doria Medina— como ministra sin cartera de Turismo y Gastronomía avivó la controversia.
Doria Medina criticó abiertamente la designación del senador cruceño, afirmando que está “en contra de que los gatos cuiden la alacena”, y remarcó que evitar conflictos de intereses es “un elemental cuidado democrático”. Recordó además que, en 2020, Fundación TIERRA denunció que el INRA presuntamente intentaba consolidar a favor de Marinkovic más de 33.000 hectáreas en las empresas agropecuarias Laguna Corazón y Tierras Bajas del Norte.
“El nombramiento de un gran agroindustrial como presidente de la Comisión de Medioambiente es un error de esta Cámara y de la fuerza política que lo puso allí”, señaló en su cuenta de X.
Marinkovic respondió de inmediato y devolvió la acusación, señalando que Doria Medina debería “mirar su propia alacena”. Afirmó que Cinthia Yañez sería directora de Los Tajibos y de otras estructuras empresariales vinculadas al líder de Alianza Unidad, sugiriendo un eventual beneficio privado en políticas de turismo. “Samuel, hablemos de los gatos de tu alacena”, replicó el senador, calificando de incoherente que su adversario cuestione conflictos ajenos mientras —según él— mantiene operadores en áreas estatales vinculadas a su actividad empresarial.
Doria Medina negó las afirmaciones y sostuvo que Marinkovic intenta “eludir las sospechas” generadas por su designación en la Comisión de Medio Ambiente y Tierras, debido a su condición de agroindustrial y litigante en la justicia agraria. También rechazó que Yañez tenga vínculos empresariales con él, aclarando que no es directora de Los Tajibos y que es una profesional con experiencia en el sector turístico.
Asimismo, afirmó que no existe posibilidad de que una política pública favorezca exclusivamente a un solo emprendimiento hotelero. “No hay conflicto de intereses. Tengo la conciencia muy tranquila. No van a encontrar algo que me impida opinar en democracia”, enfatizó.
El cruce de declaraciones deja en evidencia un quiebre político entre ambas figuras y reabre el debate sobre la transparencia en las designaciones dentro del Estado y la necesidad de blindar las instituciones ante posibles intereses privados.
