El narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, prófugo de la justicia, dijo —a través de una carta— que en Bolivia se inventaron un caso que está tratando de revertir “con dinero” que, “al final de cuentas, eso era lo que querían”.
“En Bolivia lo he dicho antes, el narcotráfico es el crecimiento del país, el país se sustenta de eso así que entre fantasmas no nos vamos a pisar las sábanas”, indicó el capo en su carta.
A ello, indicó que “tampoco hay una puta prueba contra mí ni mi familia”.
Las declaraciones del narco más buscado en el continente surgen luego de que la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) lo incluyó a su lista de fugitivos más buscados y el Departamento de Estado de los Estados Unidos ofreciera $us 2 millones de recompensa por información que conduzca a su arresto y su captura.
Asimismo, su esposa Gianina García Troche fue extraditada a Paraguay el mes pasado por el delito de lavado de activos.
Marset indicó, además, en la carta enviada a la periodista uruguaya Patricia Marín, que a los “malditos gringos” no les tiene “ni un pelo de miedo” porque les dejó bien en “claro” lo que hace.
“También me quieren inventar un caso que yo jamás en mi puta vida ni siquiera he hablado de uds para mí no existe lo que haya hecho el sapo de Federico Santoro, mediante cuentas bancarias lo hizo él (sic)”.
Asimismo, el narco uruguayo se descargó con amenazas, insultos y denuncias contra el Estado paraguayo y acusó a las autoridades de montarle un persecución política y judicial contra su familia, y que también se benefician del mismo narcotráfico.
Marset, junto con su familia, llegó a Bolivia en 2018 y desarrolló sus actividades bajo el nombre de Luis Amorim Santos, según consta en la investigación de la Fiscalía Departamental de Santa Cruz.
El narco se camufló en la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), donde incluso compró un equipo de la categoría Aficionados, en el que jugaba con la camiseta 23.
El caso detonó en Bolivia el 29 de julio de 2023. Entonces, el uruguayo burló un megaoperativo policial en Santa Cruz y logró huir con su esposa, sus hijos y su equipo de seguridad.
Su esposa, Gianina García Troche, también enfrenta cargos en el país por la supuesta comisión de cinco delitos y fue declarada en rebeldía, al igual que Marset. /LaRazón/!