En el debate presidencial organizado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), el candidato de la Alianza Libre, Jorge Tuto Quiroga, anunció que, si es electo presidente, impulsará una reforma constitucional que será trabajada durante la transición de gobierno y sometida a votación en marzo.
“Tenemos que reformar la Constitución. Planteo que, en la transición, trabajemos con dos tercios y votemos una reforma en marzo”, sostuvo el exmandatario, al intervenir en el eje temático sobre democracia, justicia y Estado de derecho. Aseguró que dicha reforma no solo debe enfocarse en lo institucional, sino también mirar hacia afuera, garantizando tratados de inversión y seguridad jurídica.
Quiroga también propuso la digitalización total de los servicios públicos para eliminar filas, trámites engorrosos y actos de corrupción, y anunció la creación de una comisión parlamentaria para investigar hechos de corrupción de los últimos 20 años.
Sobre la institucionalidad, enfatizó que todas las cúpulas de los órganos públicos deben ser designadas por dos tercios del Legislativo, como ya ocurre con el Órgano Electoral, para garantizar independencia y estabilidad institucional.
Plan económico y retorno al FMI
En el plano económico, Quiroga planteó un programa de estabilización con apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), argumentando que Bolivia necesita liquidez inmediata para enfrentar una crisis de balanza de pagos. “No se trata de un shock doloroso. Nosotros ya condonamos la deuda del FMI y del Banco Mundial con el programa HIPIC, y usamos esos recursos para educación y salud”, recordó.
Asegura que Bolivia podría acceder a un programa de hasta 4.000 millones de dólares con apoyo del FMI, el Banco Mundial y el BID, lo que brindaría estabilidad financiera por al menos tres años.
Plantea además una reforma tributaria sectorial agresiva para atraer inversiones extranjeras, con incentivos en hidrocarburos, minería y agroindustria. “El drama es que hemos perdido el mercado argentino y vamos a perder el brasileño. Estamos a dos años de tener que cocinar a leña”, advirtió al referirse a la caída de producción de gas natural.
Crítica al Mercosur y apuesta por tratados globales
En política exterior, Quiroga propuso la salida de Bolivia del Mercosur, al que calificó como un bloque “proteccionista” con altos aranceles que impide acuerdos comerciales con Asia, Europa y Estados Unidos. “Mientras estés en el Mercosur, estás en una carceleta comercial”, aseveró.
Apuesta, en cambio, por modelos como los de Chile y Perú, que —según dijo— firmaron tratados de libre comercio con los principales mercados globales, diversificando sus exportaciones y atrayendo inversión.
Clases populares, indígenas y el legado del MAS
Desde una perspectiva social, Quiroga defendió los logros económicos alcanzados antes del ascenso del MAS al poder. Reivindicó la reducción de pobreza, la condonación de deuda externa y la inversión en educación y salud durante su gestión. “Nosotros eliminamos la deuda. El MAS recibió un país lleno de gas, con gasoductos, sin deuda, y lo farrearon todo”, acusó.
Además, diferenció entre el respeto histórico a los líderes indígenas y lo que calificó como el uso político del discurso indígena por parte del MAS. “Yo nunca utilicé ni manipulé. Me senté y negocié con dirigentes como Felipe Quispe con respeto”, afirmó.
Visión de futuro: Bolivia digital y tecnológica
Finalmente, Quiroga delineó una visión de futuro basada en tecnología y modernización estatal. Propuso crear centros de inteligencia artificial y datos, y destacó la juventud y capacidad de su compañero de fórmula, Juan Pablo Velasco, como parte de un equipo que proyecta una Bolivia digital y conectada al siglo XXI.
“Todos tenemos sangre boliviana, corazón tricolor, y queremos llevar a Bolivia a lo más alto”, concluyó el candidato, buscando posicionarse como la alternativa al oficialismo en unas elecciones que definirá el rumbo del país en su tercer siglo de vida republicana.