orría el minuto minuto 55 cuando Leo Messi se quitó el peto y, tras una pequeña charla con Martino, se dirigió a la banda con ritmo pausado. Su tranquilidad ante el debut contrastaba con la locura de los aficionados que abarrotaban el estadio y que tenían la sensación de estar asistiendo a un momento único.
Cuarenta minutos después, Messi justificó toda esa expectación con una obra de arte para enmarcar. Su golazo de falta directa en la última acción del partido fue la rúbrica perfecta y la mejor tarjeta de presentación del crack argentino en el Inter de Miami, que tuvo un recibimiento a la altura de lo espetado.
Tanta efusividad había en el ambiente que incluso el árbitro se atrevió a saludar al crack argentino mientras este se ponía el brazalete. Era, evidentemente, el día de Messi, aunque también debutara otro campeón del mundo como Sergio Busquets
Tras el partido, Leo no podía ocultar su satisfacción: “Es una alegría enorme conseguir el primer triunfo en mi debut. Es importante lograr victorias y empezar a ganar para cambiar la dinámica que traíamos. Estoy muy contento y feliz de estar aquí en Miami. La gente ha estado increíble y la necesitamos”.
El gol de Messi, además, puso fin a las penurias del Inter de Miami. Colista en la MLS, el equipo de Florida acumulaba nada menos que 11 partidos sin conocer la victoria (tres empates y ocho derrotas). /Marca/
