Las últimas acciones y declaraciones del presidente Gustavo Petro han abierto una nueva crisis con Estados Unidos. El Departamento de Estado, dirigido por el exsenador Marco Rubio, ha anunciado este viernes a través de sus redes sociales que cancelará la visa del mandatario colombiano después de que este liderara una manifestación en las calles de Nueva York en apoyo al pueblo palestino.
“Hoy temprano, el presidente colombiano Gustavo Petro se paró en una calle de Nueva York e instó a los soldados estadounidenses a desobedecer las órdenes e incitar a la violencia”, indica el mensaje del Departamento de Estado. “Revocaremos la visa de Petro debido a sus acciones imprudentes e incendiarias”.
El mandatario colombiano estaba de regreso a Bogotá cuando se publicó la noticia. Su ministro del Interior, Armando Benedetti, fue el primero en su Gabinete en pronunciarse. “Al único que tenían que quitarle la visa era a Netanyahu”, afirmó también en redes sociales. “Pero como el imperio lo protege, la coge con el único presidente que fue capaz de decirle la verdad en su cara”.
Gustavo Petro ya había propuesto una resolución esta semana, ante la Asamblea General de Naciones Unidas, para crear, con dos tercios de los países miembros, “una fuerza armada para defender la vida del pueblo palestino”. Se trata de una idea nueva del presidente, quien lleva ya varios meses denunciando un genocidio en Gaza y pidiendo un boicot al gobierno de Benjamin Netanyahu. Este último jefe de Estado tomó la palabra hoy en la Asamblea, y varias delegaciones diplomáticas salieron del recinto comoforma de protesta, entre ellas la de Colombia. Sin embargo, Petro salió además a las calles a protestar en una avenida cercana al edificio de la ONU y, con el músico Roger Waters a su lado, explicó su propuesta de una fuerza armada internacional. En eso añadió lo que el Departamento de Estado llama “acciones imprudentes e incendiarias”.
“Esta brigada debe ser más grande que la de Estados Unidos por eso aquí, desde Nueva York, le pido a todos los soldados del ejército de los Estados Unidos no apuntar contra la humanidad sus fusiles”, dijo con un megáfono ante un público atento. El Gobierno estadounidense ha sido el principal apoyo político y militar para Netanyahu, lo que le ha permitido a este último mantener su ofensiva a pesar de que la mayoría de los países la desaprueben. “Desobedezcan la orden de Trump, obedezcan la orden de la humanidad”, añadió Petro en sus declaraciones.

El mandatario dio un largo discurso en las calles lanzando otras ideas. “Todos los Consulados y Embajadas de Colombia tienen la orden, en todos los países del mundo, de buscar el voto por el ‘sí’ para la liberación de Palestina”, dijo sobre su resolución para crear esa fuerza armada que viajará a defender al pueblo palestino. Y, además, añadió que al regresar a Colombia abrirá “inscripciones de voluntarios y voluntarias con experiencia militar. Esa experiencia debe ponerse al servicio del pueblo de Palestina”. El presidente añadió que quizás él mismo se una a dicha fuerza: “Si le toca ir al presidente de la República a ese combate, no me asusta, ya estuve en otros, ¡pues voy!”. Hizo así una referencia a su tiempo en la guerrilla del M-19, que se levantó en armas contra Estado.
La noticia ocurre después de que Colombia perdiera su certificación, este mes, como país aliado en la guerra contra las drogas, una noticia en la que el Gobierno de Estados Unidos anunció que se debe “exclusivamente a su liderazgo político”. El Ejecutivo norteamericano ha mantenido canales de comunicación con otros políticos y empresarios colombianos, además de continuar con una alianza estratégica militar entre los dos Ejércitos, pero ha dejado en claro que no acepta la forma de liderazgo del mandatario colombiano. Revocar la visa de Petro sin imponer sanciones al país es otra forma de enviar el mismo mensaje. Aunque el presidente tiene también pasaporte italiano, con el que podría entrar a Estados Unidos, el Departamento de Estado podría negarle la entrada si mantiene en firme su posición de excluirlo del territorio norteamericano.
La crisis entre los dos jefes de Estado arrancó en enero, poco después de que arrancara el mandato de Donald Trump, cuando Petro pidió devolver dos aviones con migrantes encadenados al país, en forma de protesta por la forma indigna en la que se trataba a los ciudadanos colombianos. El presidente de Estados Unidos anunció que impondría aranceles a Colombia como castigo, y con ello mostró su poder de amenaza a los países que desafiaran su política antiinmigración. La crisis se calmó tras un diálogo diplomático, los vuelos se reanudaron, pero la molestia de los norteamericanos con Petro se mantiene estable.
Fuente: ElPais, España