Gary Áñez formalizó este viernes su candidatura a la Alcaldía de Santa Cruz de la Sierra al inscribir su postulación ante el Tribunal Electoral Departamental, respaldado por militantes y simpatizantes de la alianza Primero Santa Cruz. El acto no solo marcó el inicio formal de su carrera electoral, sino que delineó con claridad el eje político de su propuesta: un replanteamiento del modelo de gestión municipal con énfasis territorial y económico.
Áñez sostuvo que, de llegar al gobierno municipal, su prioridad será la distritalización efectiva de los servicios públicos a través de las subalcaldías, con el objetivo de devolver capacidad operativa al municipio y atender de manera directa las demandas vecinales. “Lo urgente es atender los barrios”, afirmó, en alusión al abandono que —según su diagnóstico— habrían sufrido las zonas periféricas durante los últimos cinco años.
El candidato subrayó que la intervención en los barrios será inmediata y paralela a un segundo eje estratégico: la reconstrucción de la economía municipal. En ese marco, cuestionó la situación financiera actual de la Alcaldía y planteó la necesidad de ordenar las cuentas, optimizar el gasto y reactivar la inversión pública como motor de empleo y servicios.
Desde una lectura política, el discurso de Áñez apunta a reconstruir la relación entre el gobierno municipal y el vecino, debilitada por una gestión centralizada y distante. La distritalización que propone no solo es administrativa, sino también política: devolver poder de decisión a los territorios y hacer de las subalcaldías centros reales de gestión y respuesta.
Áñez aseguró contar con un equipo técnico especializado, que será respaldado por una estructura política, con el fin de garantizar gobernabilidad y ejecución. Esta combinación, afirmó, busca evitar improvisaciones y marcar distancia de modelos de gestión basados exclusivamente en decisiones políticas sin sustento técnico.
“Llega el momento de reconstruir Santa Cruz”, expresó, sintetizando una narrativa que apela al desgaste del actual ciclo municipal y a la necesidad de un nuevo pacto de gestión urbana. En clave electoral, su candidatura se presenta como una alternativa que intenta capitalizar el descontento ciudadano, poniendo el foco en los barrios, la economía local y la descentralización real del poder municipal.
Con su inscripción oficial, la contienda por la Alcaldía cruceña entra en una nueva fase, en la que el debate ya no solo girará en torno a nombres, sino a modelos de ciudad y de gobierno.